Para muchos, el verano es sinónimo de vacaciones, playa y descanso. Si bien nos permite realizar más actividades al aire libre, el calor excesivo también puede provocar alternaciones negativas en nuestro estado anímico al no poseer un sueño reparador, ya que el dormir no cumple una única función como se podría pensar.
De acuerdo a Luis Pino, académico de la Escuela de Psicología de Universidad de Las Américas, algunas condiciones ambientales, como las altas temperaturas, pueden transformarse en un agente de estresor y ansiógeno.
Para ello lo central es pretender manejar el ambiente, en cuanto a la temperatura y para esto hay una serie de estrategias de sentido común asociadas a ventilación una habitación, que esté a oscuras, etc. Sin embargo, es muy importante que, a independiente del clima, se posea manejo de la higiene del sueño, porque tarde o temprano una persona en condiciones climáticas adversas va a conciliar el sueño, pero si no hay manejo de la higiene del sueño esto tendrá dificultades.
“Se sugiere aplicar una disciplina para el manejo y control del sueño, es decir, hay algunos elementos conductuales de manejo del sueño, por ejemplo: el lugar dedicado al dormir, debe ser principalmente un lugar exclusivo para ello, no ser un lugar de trabajo, o donde nos divertimos, incluso no debe ser lugar donde se come. También es importante manejar estímulos de activación, o que puedan generar ansiedad, es decir, aislar el ruido, neutralizar estímulos lumínicos, incluso otros estímulos sensoriales como olores, textura, etc”, comenta el profesional.
La nutrición es muy importante, por lo mismo es ideal no consumir alimentos al menos 4 horas antes de acostarse, principalmente alimentos estimulantes como cafeína, azúcares y los contenidos de algunas gaseosas.
Por último, el experto de UDLA señala que es “muy importante ser disciplinado con el horario de ir establecido para irse a la cama, en esa instancia siempre se recomienda tener una rutina, como ritual antes de dormir, por ejemplo, ponerse un pijama, poner una luz tenue en la habitación, cerrar cortinas, cepillarse los dientes y luego acostarse. Si se e sigue esa sugerencia lo más probable es que comencemos a conciliar el sueño rápidamente y logremos un dormir adecuado, independiente de las altas temperaturas, ya que las fases del sueño se inician antes que cerremos los ojos e incluso antes de acostarnos”.