Para evitar la expansión del Covid-19, y según datos públicos de Apple, la mayoría de los países han mostrado una caída en los niveles de movilidad de su población. En el caso de Chile, el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe, el toque de queda nacional, los cordones sanitarios y las cuarentenas obligatorias en distintas zonas y regiones del país suponen distanciamiento social y son acciones que impactan abruptamente en la economía y cotidianidad de las personas. Los cambios en la movilidad, el trabajo, la industria y el tiempo en el hogar afectan, entre otras cosas, la demanda y los patrones de consumo eléctricos, fenómeno analizado por el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería, ISCI y la consultora SPEC. La investigación reveló el efecto de las medidas relativas al COVID-19 en los cambios de consumo eléctrico por sectores económicos.
En palabras de Rodrigo Moreno, investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería, ISCI: “Este es un análisis pionero donde hemos cruzado varias bases de datos para analizar el impacto de las medidas asociadas a combatir el avance del Covid-19 en el sistema eléctrico y en diversos sectores de la economía.”
El informe revela una caída de cerca del 10% en la generación eléctrica en comparación a los primeros días de marzo, situación similar a un nivel de consumo de fin de semana o feriado “normal” pre-cuarentena. Es decir: “existe una clara correlación entre la política de limitar la movilidad de la población y el consumo eléctrico en ciertos rubros. Asimismo, ha cambiado el perfil de demanda: la nueva realidad en Chile está afectando los patrones de consumo eléctrico de la población”, indicó Carlos Suazo, SPEC. Durante el último mes, las principales reducciones en la demanda eléctrica se registran en casi la totalidad de los rubros de la economía donde destacan la administración de edificios y condominios (-41,18%), la construcción (-32,96%), la intermediación financiera (-29,03%) y la enseñanza (-27,76%).
Utilizando datos de movilidad publicados por Google, que reflejan la respuesta directa de la población producto de las medidas tomadas por la autoridad, se estudió la relación con el consumo eléctrico de más de 2500 grandes clientes del sector eléctrico. A lo que se suma, el uso de los datos del Servicio de Impuestos Internos para agrupar los consumos de grandes clientes por sector económico.
Según detalla el informe, las primeras medidas adoptados por el Gobierno gatillaron una disminución de la demanda principalmente en la zona centro del país, con una baja considerable en Santiago de -15%. En la zona norte, las bajas ocurrieron hacia final de mes con rangos que oscilan entre un -5 y -10%. En cuanto a la situación en el sur del país, las cuarentenas obligatorias en las comunas de Chillán, Osorno y Temuco que comenzaron a final de marzo, causaron una disminución del consumo eléctrico en dichas zonas cercanas al 4%.
Como relata Carlos Suazo, en Chile “la reducción de la demanda no ha significado el aumento en la participación relativa de energías renovables en la matriz, no es más limpia, distinto a lo que ocurre en países como China, Alemania y Reino Unido.”. Señala el informe: “En principio, se observa una caída en los niveles de generación de hidroelectricidad cerca de un 40%, y un nivel de generación relativamente constante por parte de unidades térmicas Según datos publicados por la Comisión Nacional de Energía, el consumo de carbón en la matriz eléctrica aumentó un 7.6% en marzo respecto de febrero, mientras que el Gas Natural y GNL tuvieron un incremento conjunto del 5.5% durante el último mes.”
Por último, la situación actual presentará una serie de desafíos no sólo para la industria eléctrica, sino para todas las esferas de la economía. Por ello, los autores indican que “este tipo de análisis que integran datos e información de varias fuentes son cada vez más necesarios para así contar con una panorámica más amplia de los efectos de decisiones críticas a nivel país”.
