Un equipo internacional de astrónomos, utilizando los telescopios del Observatorio Europeo Austral (ESO), descubrió manchas magnéticas gigantes en la superficie de estrellas extremadamente calientes escondidas en cúmulos estelares. El hallazgo, publicado en la revista Nature Astronomy, ayudará a los astrónomos a entender mejor estas estrellas y abre la posibilidad de resolver otros misterios estelares.
El equipo, en el que participó el astrónomo Dr. Christian Moni del Instituto de Astronomía de la Universidad Católica del Norte (UCN), estudió un tipo particular de estrellas conocidas como estrellas de rama horizontal extrema (objetos con aproximadamente la mitad de la masa del Sol y cuatro a cinco veces más calientes), percatándose que estas mostraban cambios regulares en su brillo con el transcurso que oscilaba entre unos pocos días o varias semanas. ¿Qué eran? Fuertes campos magnéticos.
“Este descubrimiento abre un capítulo totalmente nuevo en el estudio de estas estrellas, cuya formación es todavía poco clara. Hasta ahora se habían estudiado varias peculiaridades, como las pulsaciones o la distribución de elementos pesados en sus atmósferas, entre otros, pero no se conocía la presencia de campos magnéticos tan intensos”, explicó el astrónomo de la UCN.
Más allá de las variaciones de brillo debidas a las manchas, el equipo también descubrió un par de estrellas de rama horizontal extrema que mostraban superllamaradas: explosiones repentinas de energía millones de veces más energéticas que fulguraciones presentes en el Sol.
Después de seis décadas tratando de entender las estrellas de rama horizontal extrema, los astrónomos ahora tienen una imagen más completa de ellas. Además, este hallazgo podría ayudar a explicar el origen de campos magnéticos fuertes en muchas enanas blancas, objetos que representan la etapa final en la vida de las estrellas similares al Sol y muestran similitudes con las estrellas de rama horizontal extrema.
“Este hallazgo se extiende más allá que estas estrellas. El seguimiento que se dará a este descubrimiento podrá aclarar mejor el aspecto general del magnetismo estelar”, destaca Christian Moni.
Para llegar a este resultado, los astrónomos utilizaron varios instrumentos instalados en el Very Large Telescope (VLT) de ESO y VLT Survey Telescope, ubicados en el Observatorio Paranal en Antofagasta y del Telescopio de Nueva Tecnología (NTT), que se encuentra en el Observatorio La Silla de ESO.
Este trabajo de investigación se ha presentado en el artículo científico titulado “A plague of magnetic spots among the hot stars of globular clusters”, publicado en la revista Nature Astronomy.