Hace veintidós años se instauró el Día Nacional del Dirigente Social y Comunitario, como una forma de destacar el, a veces, desconocido trabajo que ellos realizan. Hoy, en medio de una desafiante situación, reafirmamos que la labor que cumplen es fundamental para el cuidado y desarrollo de los vecinos y sus territorios.
En estos días hemos sido testigos de su lucha incansable y de cómo los dirigentes sociales, a pesar de las limitaciones que nos ha impuesto la pandemia, han sabido liderar a sus comunidades creando espacios de contención y acompañamiento, llevando la voz oficial de la autoridad a sus barrios y, también, se han convertido en portadores de esperanza y precursores de actividades solidarias para ir en ayuda de las familias que más lo necesitan.
Es que los representantes de la comunidad encarnan diversos roles y algo muy valioso: El espíritu de servicio público. Son capaces de priorizar las necesidades de su comunidad, por sobre las suyas, trabajan no importando el día, ni el horario; dejan a su familia de lado y, quizá, lo más relevante es que pueden aunar las voluntades de los vecinos en torno al diálogo y los acuerdos en pos del bienestar de todos.
A través de los años hemos ido comprobando que la sociedad civil organizada se ha transformado en una fuente importante de progreso para nuestro país y que los dirigentes sociales son verdaderos aliados y colaboradores de las autoridades, una parte clave de una alianza virtuosa, que nos ha permitido, por ejemplo, generar iniciativas para avanzar hacia el desarrollo de la Región de Coquimbo y su gente.
Debemos seguir fortaleciendo este trabajo conjunto, tal como lo ha pedido el Presidente Sebastián Piñera; por eso, este 7 de agosto, quiero manifestar mi compromiso con apoyar su labor y, también, reconocer el esfuerzo, el sacrificio y la convicción que ponen a diario por sus vecinos y comunidades. Muchas gracias por su entrega y Feliz Día Nacional del Dirigente Social y Comunitario.
Ignacio Pinto Retamal, Seremi de Gobierno