Una cruz construida en fierro forjado instalada en una tumba cuya persona murió en 1902 demuestra el valor histórico y patrimonial del cementerio de Las Compañías. En algunos sectores existen estructuras de escorias que se vincularían a la fundición de Lambert que se levantó en la Avenida Islón.
Este testimonio lo hace fascinante. Incluso, se podría incluir en alguna ruta patrimonial luego que son varias las tumbas cerradas con acero que poseen un particular tallado y aún se conserva una de sus primeras puertas que se mantiene cerrada donde se lee una inscripción que data de 1901.
En noviembre de 2017 el investigador histórico de la Corporación Corpatrimonio, Frank Vicencio, admitía que la vinculación del cementerio con el pasado minero, tendría que estar más ligado con un hijo o nieto del primer Lambert. “Si hablamos que se construye en 1901 (cementerio) está muy lejano a la fundición, porque ya estaba desmantelada”.
Sin embargo, coincide que frente a la existencia de las cruces de fierro forjado se debe trabajar en el rescate patrimonial. “Todas esas cruces las traían desde Gales y lo más probable es que aquí en Chile sólo se tallara el nombre y la fecha de muerte. Venía hecho el molde”.
Cree que perfectamente se podría replicar lo que se intenta con el Cementerio Inglés de Guayacán, donde existen tumbas similares. “Hay que recuperar el tema de las cruces y restaurarlas y hacer un catastro. Saber de dónde venían y quienes eran”, anticipaba.
El encargado de la Casa de la Cultura de Las Compañías, Alvaro Valero admitió que sería clave llevar adelante una investigación, “sobre el patrimonio que genera el cementerio con la vinculación minera y el contexto de Lambert”.
En esa línea Valero destacó que para el 2021 incluirán un proyecto que presentarán al Gobierno Regional como una forma de llevar adelante la investigación que permita materializar el rescate patrimonial.
AMPLIACIÓN BAJO LA MIRADA ECOLÓGICA
El colapso de los cementerios ante el explosivo aumento de las poblaciones, se ha transformado en uno de los principales debates y preocupación de los municipios. Sin embargo, en el Cementerio de Las Compañías el panorama ha ido en el sentido contrario, gracias a un plan de ampliación que está logrando aumentar considerablemente su vida útil.
El alcalde de La Serena, Roberto Jacob admitió que cada día los cementerios, “están más colapsados, pero nosotros (en Las Compañías) teníamos terrenos como para ampliarnos y de hecho se realizó con ladrillo ecológico que ocupan el plástico”.
El secretario general de la Corporación Gabriel González Videla, Patricio Patricio Bacho resaltó que precisamente durante la gestión del alcalde Jacob se ha entendido sobre la proyección que posee el cementerio para los habitantes de Las Compañías y el crecimiento de La Serena, “por lo tanto, todas estas obras pretenden ampliar la capacidad de este cementerio con el objeto que se pueda proyectar en el tiempo, a lo menos unos 30 años”.
El director del Departamento de Administración de la Corporación Municipal, Gabriel González Videla, Pablo Salazar, destacó que la ampliación del recinto ha estado enfocada en la construcción de nuevos pabellones. “Y paulatinamente vamos pavimentando los pasillos. En Las Compañías hay una capacidad de más de 200 nichos nuevos, por lo tanto, no existen tantos problemas en lo que es capacidad. Además, se ha trabajado en la ampliación del mismo cementerio”.
Detalló que durante el 2020 esta iniciativa se ha concretado con un inédito sistema de construcción ecológico donde los 7.700 bloques que conforman el muro de albañilería de 310 metros lineales y 2.5 metros de altura fueron confeccionados de hormigón y plástico reciclado.
Resaltó que la iniciativa se transformó en un hito en Chile, sobre todo al ser amigable con el medio ambiente. De hecho, desde la empresa Bloquemac, a quien se les compraron los bloques destacaron que para su elaboración se sacaron de circulación 3.5 toneladas de plástico evitando que se depositaran en un vertedero o llegaran hasta el mar.
Los trabajos, que demandaron una inversión de 72 millones de pesos, permitieron ampliar el campo santo en un 30% su capacidad.
De la misma forma en el futuro se proyecta la construcción de nuevos nichos y plazoletas.
En los últimos dos años igualmente se edificaron baños públicos, además de pabellones y la instalación definitiva de agua potable que se había transformado en una de las principales complicaciones. Asimismo, se plantaron quillay, maitén y solanum.