La tecnología ha sido un factor muy importante en este último año. La educación, la comunicación con familiares, trámites y hasta tratamiento de salud han tenido que depender de herramientas tecnológicas para concretarse y así obtener buenos resultados.
Frente a la emergencia sanitaria a nivel mundial, muchos procedimientos de salud han tenido que frenarse. Sin embargo, la telerehabilitación ha sido un “salva vidas” para muchas personas con alguna limitación, sobre todo, física.
“El principal beneficio de la telerehabilitación ha sido poder establecer una continuidad a la rehabilitación, aún en pandemia ya que se termina el problema de la accesibilidad geográfica. Las personas postradas que tienen dificultad en la movilización o desplazamiento pueden sin problemas continuar o iniciar sus tratamientos. También representa un ahorro en traslados de ambulancias, en tiempos de espera y en infraestructura e implementos”, explica Francisco Henríquez, coordinador de la Fundación Chilena para la Discapacidad (FChD).
La telerehabilitación propone un mecanismo de trabajo personalizado con metas específicas, donde cada paciente tiene planificado, con tiempo, frecuencia e intensidad de la rehabilitación un programa con objetivos a cumplir. Las personas reciben constantemente una retroalimentación de los profesionales a cargo, siendo supervisados para corroborar que sus ejercicios se estén realizando de manera correcta. Finalmente, es entregado un informe detallado de los resultados del tratamiento, siendo en su gran mayoría positivo para los pacientes que utilizan esta modalidad.
Menos congestión
Los hospitales y centros de salud se han visto afectados por los contagios y ahora que se acerca el frío, las enfermedades respiratorias no son un tema menor. Es por esto que la telerehabilitación entra apoyando esta área, descongestionando, en cierta manera, la circulación presencial de las personas en centros de salud.
“La familia cumple un rol clave a la hora de apoyar a quienes optan por este tratamiento, ya que, al estar desde sus hogares, involucra de inmediato al entorno familiar y eso es muy positivo para la o el paciente, los une. Al mismo tiempo, este tipo de terapias a distancia permite que se descongestionen los hospitales, siendo algo muy importante a la hora de prevenir un contagio”, asegura Henríquez.
En marzo de 2020, FONASA liberó algunas prestaciones en fonoaudiología, psicología, nutrición y dietética, reconocidas como válidas para ser realizadas a través de esta tecnología digital. En este escenario, el Colegio de Kinesiólogos presentó a FONASA una propuesta indicando que cinco prestaciones susceptibles podrían ser “virtualizadas”, aportando a la evidencia mundial de que algunos servicios kinésicos también podían desarrollarse de manera remota.
Fue así cuando el 29 de abril de ese mismo año se publicó en el Diario Oficial la Resolución del MINSAL, a través de la Subsecretaría de Salud Pública, en la que se autoriza realizar a través de las tecnologías de la información y telecomunicaciones entre un paciente y un profesional kinesiólogo, las prestaciones presentadas por el gremio kinésico, siendo consideradas en los mismos términos a que si fuesen realizadas de manera presencial.