El próximo sábado 3 de abril todas las personas que viven en el país, con excepción de la región de Magallanes y la Antártica chilena, deberán atrasar una hora sus relojes para dar inicio al nuevo horario de invierno. Este cambio implicará que amanecerá y atardecerá más temprano, obteniendo más luz en la mañana y en la tarde, situación que también influye en nuestro reloj biológico al tratar de adaptarse a las nuevas horas de sueño y vigilia.
Ante esto, Luis Espinoza, neurólogo de Clínica Somno, explica que la alteración en el ritmo circadiano, que se regula por el ciclo luz-oscuridad, puede generar desajustes transitorios en nuestro organismo, “dado que nuestro cerebro se debe volver a acostumbrar a despertar y dormir según nuevos horarios de luz. Sin embargo, a medida que se acerca el invierno este cambio horario ayudará a que cuando nos levantemos no tengamos la sensación de que estamos en plena noche. Por ello, el llamado principal a las personas es que aprovechen y disfruten al máximo de las horas de luz de la mañana y que idealmente mantengan horarios apropiados para irse a dormir y alcanzar a descansar las horas necesarias para que su cuerpo se recargue”, afirma.
Para adaptarnos más rápidamente al cambio y lidiar mejor con esta especie de jetlag que atravesaremos, y que suele manifestarse con irritabilidad, somnolencia, falta de concentración o dolores leves de cabeza, desde Clínica Somno entregan una serie de recomendaciones para cuidar nuestra higiene del sueño:
- No compensar con siestas: Es importante recordar que una siesta nunca debe superar los 30 minutos, pero de todos modos la recomendación es evitarlas pues pueden provocan un desajuste aún mayor en el proceso de adaptación a un nuevo horario.
- Reduce el consumo de bebidas estimulantes: Para ello es recomendable evitar el consumo de café y alcohol durante los días previos al cambio de hora.
- No cenes demasiado abundante: Prioriza la ingesta de alimentos livianos y evita las cenas pesadas o demasiado abundantes. Trata también que tu última comida sea al menos unas 3 horas antes de ir a acostarte. Con esto evitamos que el proceso de conciliación del sueño sea interrumpido con el proceso de digestión.
- Adiós a las pantallas en la pieza: Las pantallas generan una luz azul que puede interferir en nuestro proceso de sueño, por lo que la recomendación es sacar la televisión de la pieza y evitar utilizar el celular antes de acostarse a dormir.
- Practica ejercicio físico moderado: El deporte sin duda es algo positivo para nuestro cuerpo, pero es ideal que su práctica sea durante la mañana o las primeras horas de la tarde. Es importante evitar realizarlo en la noche pues eleva la temperatura de nuestro cuerpo y acelera nuestras pulsaciones, dificultando la conciliación del sueño.
- Si no puedes dormir, no te mantengas en la cama: Si te cuesta conciliar el sueño o estás con insomnio, levántate de la cama, cambia de ambiente y haz algo que no requiera mucha concentración para volver a inducir el sueño.