“Esta cifra nos debe llevar a una reflexión profunda acerca de cómo la pandemia ha dejado al descubierto la vulnerabilidad del conocimiento y lo relevante que es contar con una base que permita vivir momentos como estos sin que el retroceso sea tan brutal”, reflexiona Javier Arroyo, fundador del método Smartick y experto en tecnologías de la educación.
Para Arroyo, el estudio de las matemáticas y de la comprensión lectora, pilares fundamentales para el correcto desarrollo cognitivo de los escolares, debe ser una práctica constante que no se puede dejar sólo en manos del colegio. “Es una responsabilidad compartida entre las familias, los estudiantes y los colegios. Son materias tan relevantes que se les debe considerar como una habilidad esencial para la vida, así como la buena educación o tener hábitos saludables. Al realmente comprender esto es que los padres se atreven a buscar apoyo externo, apoyo que hoy se encuentra fácil y barato gracias a la tecnología”, explica el experto.
Los especialistas aseguran que nadie es bueno o malo para las matemáticas, o en su defecto, malo o bueno para leer. Tener esta facilidad se relaciona con la manera en la que se aprenden dichas materias y de qué forma los niños las integran a su vida cotidiana. “La enseñanza tradicional no se ha hecho aún cargo de motivar desde otro lugar a los pequeños. Hoy se necesita personalización, seguimiento uno a uno y permitir que aprendan a su propio ritmo. En una sala de clases esto es imposible, pero sí se logra a través de la tecnología”, comenta Arroyo. Y agrega: “El método Smartick, diseñado con inteligencia artificial para que niños de entre 4 y 14 practiquen matemáticas y comprensión lectora, ha sido una de las tres plataformas más descargadas en el mundo en 2020 y lo que va de 2021. Esto deja en claro que se confía cada vez más en la tecnología de la educación y que gran parte de los métodos de enseñanza deben ir de la mano con ellas. Con sólo 15 minutos al día, los escolares desarrollan pensamiento matemático o, en el caso de Smartick Lectura, a aprender leyendo, dos elementos que les van a permitir tener una vida educativa y profesional mucho más plena”.
