A medida que más chilenos se preparan para la inmunización contra el COVID-19, es importante destacar cómo los hábitos saludables pueden ayudar a alcanzar una buena salud inmunológica y asimismo respaldar la respuesta ante la aplicación de las vacunas.
En este sentido, la nutricionista Jessica Lorenzo, Gerente de Asuntos Médicos de Abbott Nutrición comenta que influyen los siguientes factores:
- La Nutrición es clave para una buena salud: Lorenzo comenta que una nutrición adecuada es clave, pues puede mejorar la capacidad del cuerpo para responder adecuadamente a un desafío inmunológico, ya sea la exposición a un nuevo virus o a una nueva vacuna. “Existe una variedad de vitaminas y minerales que impactan de forma positiva la condición y el crecimiento de las células inmunes en el organismo, como la vitamina C, Zinc, vitamina D, vitamina A y vitamina E”, agrega Lorenzo. La mala nutrición ha sido reconocida como un factor potencial que impacta en el deterioro gradual de nuestro sistema inmunológico a medida que envejecemos, lo que reafirma la necesidad de priorizar una alimentación saludable a lo largo de la vida.1
- Practicar ejercicio ayuda a mejorar la función inmunológica: la actividad física puede mejorar la salud en general y tener un impacto positivo en nuestra inmunidad. Lorenzo comenta que “El ejercicio regular se ha relacionado con una mejor respuesta a las vacunas en los adultos mayores. Asimismo, diversos estudios establecen que una práctica más intensa parece mejorar la respuesta inmunitaria del cuerpo a las vacunas2.”
- La desnutrición afecta a muchos y puede influir en la respuesta a la vacuna: Lorenzo comenta que “la desnutrición puede ser invisible a los ojos. Se presenta cuando el cuerpo no obtiene los nutrientes que necesita y puede afectar tanto a personas con bajo peso como con sobrepeso. Las vacunas pueden ser menos efectivas para estimular una respuesta inmune en aquellos que están desnutridos.” Las deficiencias de nutrientes pueden provocar un sistema inmunológico debilitado y una mayor susceptibilidad a las infecciones.3 Asimismo, comenta que algunos estudios proponen que la corrección de las deficiencias nutricionales puede atenuar los cambios relacionados con la edad en el sistema inmunológico, los que contribuyen al aumento de los riesgos observados en los pacientes ancianos con COVID-19.4
Cómo apoyar la buena salud
Dar prioridad a las comidas y bebidas saludables es importante. Nunca es demasiado tarde para realizar mejoras en la dieta, que pueden tener un impacto positivo en la salud general e inmunológica. “Seguir una dieta equilibrada con frutas, verduras, carnes magras, lácteos y grasas saludables, puede ayudar a las personas a obtener nutrientes clave para apoyar la salud inmunológica” señala Lorenzo. En este sentido, es vital incorporar los siguientes nutrientes:
- Proteínas: La proteína es necesaria para formar anticuerpos y células del sistema inmunológico. Lorenzo comenta que “algunos de los aminoácidos que forman las proteínas son combustibles importantes para las células del sistema inmunológico. Es importante incorporar en la dieta diaria el consumo de alimentos con proteínas de alta calidad, tales como: huevos, pescado, yogurt, entre otros.”
- Vitaminas y Minerales: Lorenzo comenta que “se necesitan muchos micronutrientes para mantener el cuerpo sano. Las vitaminas A y D ayudan a regular el sistema inmunológico y la evidencia sugiere que la vitamina D puede desempeñar un papel en la respuesta inmunitaria del cuerpo a los virus respiratorios.” Además agrega que “las vitaminas C y E, así como el Zinc son antioxidantes que pueden ayudar a proteger las células del organismo, incluidas las inmunitarias.”
Lorenzo comenta que “es importante contar con asesoría nutricional para mejorar el estado nutricional de acuerdo a las necesidades de cada persona. De esta forma, el especialista podrá evaluar si es recomendable incorporar suplementos nutricionales que puedan proporcionar proteínas, vitaminas y minerales adicionales al consumo diario, que pueden ayudar a mantener una buena salud inmunológica.”
Agrega que la actividad física es un factor importante para la salud general y el apoyo del sistema inmunológico, adicional a la buena nutrición. “Hacer ejercicio con regularidad, incluido el entrenamiento de resistencia, también puede ayudar a mantener los músculos y la fuerza. Incorporar caminatas, levantar pesas o realizar sentadillas, son algunas de las opciones que pueden ser beneficiosas para la salud”, concluye Lorenzo.
Pasos simples como dar prioridad a una buena nutrición y realizar más actividad física pueden contribuir en gran medida a promover la salud y pueden ayudar en la forma en que los chilenos también responden a las vacunas.
Referencias:
- Del Giudice G, et al. NPJ Aging Mech Dis. 2018;4:1.
- Edwards KM and Booy R. Hum Vaccin Immunother. 2013;9:907-910.
- Francois LM y col. Eur J Nutr Food Saf . 2020; 12: 72-86.
- Bencivenga L, et al. Geroscience . 2020; 42: 1089-1092.