Por definición la solidaridad es un valor que se traduce en la colaboración entre individuos para superar desastres. Hemos sido testigos de la ayuda desinteresada en terremotos -como el de febrero 2010-, las campañas u ollas comunes durante uno de los peores momentos de la pandemia, los incendios forestales en 2017 o los aluviones en Copiapó.
Sin embargo, hay un desastre presente todos los días. El calentamiento global avanza a pasos acelerados y se traduce en un aumento anual promedio de 0,08ºC por década. Según el Balance Hídrico de la Universidad de Chile 2021, se proyecta un alza en las temperaturas del país de hasta 2,5ºC entre 2030 y 2060. El estudio analizó que las precipitaciones podrían caer hasta un 25% en la zona centro y 40% en la zona sur del territorio.
La falta de precipitaciones y el aumento de la temperatura afectan la salud y la seguridad alimentaria e hídrica de los seres vivos. Los efectos pueden generar un riesgo para la paz y seguridad mundial. Si no se toman las medidas necesarias, es posible que para 2050 existirán emigraciones en las regiones de África Subsahariana, América Latina y Asia Meridional, según el Banco Mundial.
La ciencia ha confirmado que el cambio climático es irrefutable, pero si podemos detener su acelerado avance. Así como hemos sido testigos o hemos participado de instancias de colaboración, no olvidemos que uno de los mayores actos solidarios es ser sostenible.
La sostenibilidad no es solamente para ONGs. Es un valor y una práctica que puede comenzar en la casa según los productos que elegimos. Busquemos empresas que sean transparentes con las condiciones laborales de sus trabajadores, los materiales que utilizan, la tecnología y sus funciones. Si no sabemos dónde empezar, pensemos en lo más necesario que tenemos en el hogar. Por ejemplo, la calefacción.
La forma de calefaccionar en la zona centro-sur de nuestro país es en su mayoría con combustibles como leña o parafina, que liberan material particulado dañino tanto dentro como fuera del hogar. En Chile, 1 de cada 3 hogares ocupa leña para calefaccionar.
Lo anterior se traduce en malas condiciones atmosféricas, donde experimentamos alertas ambientales. Un 50% de la población está expuesta a niveles de contaminación por sobre el estándar nacional de calidad del aire.
Seamos solidarios y comencemos a ser sostenibles en casa para frenar el avance de las consecuencias del calentamiento global. Prioricemos sistemas limpios y seguros para el hogar y el medio ambiente
Por: Haileen Piedra – Marketing Coordinator Midea Carrier Chile