Coquimbo se seca. Por más de diez años, la región se ha visto afectada por una megasequía que amenaza la disponibilidad de agua para riego y, por lo tanto, para la agricultura. “Si bien la región es la que presenta mejor infraestructura de embalsamiento y gestión de agua, no es suficiente”, plantea el equipo de Coquimbo RiegaBien, una aplicación móvil que aporta desde la gestión de los predios para educar en un uso más eficiente del recurso.
La iniciativa, dirigida por la académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, Pilar Gil, se hace cargo de una problemática transversal en Chile: en la mayoría de los predios no se aplican conceptos de programación de riego – como cálculo del consumo de agua de los cultivos, lámina de agua a aplicar, tiempos y frecuencias de riego-, por lo que los sistemas de riego existentes se sobre o sub utilizan, haciendo del riego poco eficiente.
La académica de la Universidad Católica explica que la región de Coquimbo es una de las más críticas en cuanto a la brecha entre la disponibilidad de recursos hídricos y su demanda. Además existe una alta ineficiencia de riego en el caso de la agricultura. “A nivel predial existe una urgencia de operar de manera adecuada los sistemas de riego ya existentes y, es que, la gran mayoría de los agricultores desconocen o no aplican conceptos de programación de riego”, indica.
Por otro lado existe una brecha entre la disponibilidad de innovaciones tecnológicas y su aplicación práctica a nivel de campo, a pesar del avance técnico y la mayor oferta de productos tecnológicos en el mercado.
“Esta App viene a acortar esta brecha, ya que permitirá hacer efectivo uso de la información existente en forma masiva, a través de una aplicación que toma los datos, y que, al combinarlos con datos que entrega el productor, calcula el programa para cada caso, y genera una herramienta de gestión muy práctica para mejorar la eficiencia del uso de agua para riego”, explica la investigadora.
En Coquimbo un 61% de jefes de hogar manejan Smartphone y, dado el nivel de penetración de las aplicaciones en telefonía móvil, sus creadores auspician un exitoso desempeño.
El equipo de Gil ya prepara el desarrollo de nuevas versiones para las regiones RM y VI, en el marco del Consorcio Tecnológico del Agua para la Macrozona Centro Sur. Además, buscan nuevas formas de financiamiento para llegar hasta las regiones V, VII y Ñuble.
“Mi motor, tanto como de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, es la agricultura sostenible y el uso racional y responsable de los recursos es parte muy importante de esta filosofía. Como equipo hemos dedicado una buena parte de nuestras carreras a investigar y transferir conocimientos para mejorar el uso del agua y trabajamos con talentos de otras áreas para el desarrollo de esta app que, para nosotros, es un importante salto a la innovación y una contribución concreta al desarrollo sostenible de la agricultura de la zona centro norte de nuestro país”, concluye Gil.