Junto con el VIH, la malaria y la tuberculosis, las Hepatitis Virales siguen siendo una de las principales causas de muerte por enfermedades infecciosas. A pesar de existir tratamientos simples y seguros con tasas de más del 95% de cura, el desconocimiento de la enfermedad, el bajo índice de tamizaje y el retraso en el tratamiento; el manejo de la enfermedad a causa de la pandemia por COVID 19, sumará 1.000.000 de nuevos casos a nivel mundial, de los cuales 700.000 no se tratarán, 72.300 resultarán en muerte y 44.800 pacientes resultarán con cáncer de hígado por falta de diagnóstico y tratamiento. [1]
La infección por el virus de la Hepatitis C tiene dos características muy importantes; es silenciosa y en la mayoría de los casos completamente asintomática. En general, las causas de transmisión más frecuentes están relacionadas con las transfusiones sanguíneas antes de 1992, el uso de drogas endovenosas, haber recibido algún procedimiento médico o dental en lugares con bajos estándares para el control de infecciones, haber tenido prácticas sexuales sin protección, haberse realizado tatuajes o perforaciones en lugares con bajos estándares de higiene, haber recibido diálisis y en ocasiones por transmisión de madre infectada a hijo.
Con la intención de atender esta situación y adelantar estrategias que marquen el camino para Latinoamérica, la Coalición para la Eliminación Global de la Hepatitis unió a representantes de los gobiernos de México, Brasil y Colombia, miembros de Organizaciones como la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH), Fundación HCV Sin Fronteras de Argentina, la Asociación Guatemalteca del Hígado y la Organización Panamericana de la Salud así como a representantes del Programa Nacional de Trasplante de Hígado y del Servicio de Hepatología del Hospital Central de las Fuerzas Armadas de Uruguay en un espacio concentrado en los avances y estrategias de cada país hacia la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la Hepatitis C.
Durante el espacio, la OPS compartió el reporte de progreso en Hepatitis Virales indicando que hay alrededor de 2.6 millones personas con Hepatitis C en Latinoamérica. México resaltó que ha implementado estrategias clave como la creación de un Observatorio Nacional para el registro de pacientes diagnosticados y tratados y el entrenamiento en Hepatitis C de más de 50.000 profesionales de atención primaria. Por su parte, Brasil está comprometido con el tratamiento de 50.000 personas con Hepatitis C entre 2020 y 2025 y 32.000 entre 2025 y 2030. Por último, Colombia se ha concentrado en garantizar un testeo y tratamiento descentralizado, así como en la actualización del Plan Nacional de Control de las Hepatitis Virales que va del 2022 al 2025.
Los participantes mencionaron que para avanzar en la eliminación de la Hepatitis C es necesario:
- Garantizar el acceso a pruebas y tratamiento de manera universal junto con una estrategia interinstitucional que permita crear acciones diferenciadas para cada territorio
- Capacitar a los profesionales de la salud que no sean especialistas para incrementar el diagnóstico y tratamiento de la Hepatitis C
- Enfocar el tratamiento en poblaciones de riesgo
- Crear unidades de atención integral que lleguen a diferentes comunidades, tamizaje al 100% de las donaciones de sangre, pruebas de tamizaje y tratamiento sin costo
- Ampliar la población a testear, entre ellos se recomienda ampliar la edad e incluir a las mujeres en embarazo en los procesos de tamizaje.
Los miembros del panel aseguraron que existe una oportunidad histórica de poder hablar de la eliminación de una enfermedad gracias a los avances que se han dado en términos de acceso a medicamentos efectivos. Es vital que los gobiernos latinoamericanos se articulen hacia la búsqueda activa de pacientes y el tratamiento de todas esas personas que hoy viven sin saber que tienen esta enfermedad.
El espacio de conversación permitió notar el compromiso de la región hacia la eliminación de la Hepatitis C, así como la necesidad de construir una coalición local que permita unificar esfuerzos y alcanzar logros a nivel regional fue evidente. A futuro, es importante capitalizar las estrategias en un programa de eliminación de la Hepatitis C a nivel regional que nos permita acercarnos a la meta trazada por la OMS para la eliminación de las Hepatitis Virales en el 2030 que son: diagnosticar al 90% de los pacientes, realizar tratamiento en al menos un 80% y que la mortalidad por Hepatitis C disminuya en un 60%.