Hace algunos días se hizo noticia la enorme cantidad de “ropa americana” que se bota en el desierto de Atacama, convirtiéndose en un basurero clandestino de prendas que provienen de mayoritariamente de Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia. Cabe recordar que nuestro país es el principal importador de ropa usada en la región, a través de la compra de fardos que llegan a zona franca en el norte de Chile.
Sobre esto, Carmen Gloria Ide, directora ejecutiva de Círculo REP, comentó que “hay una responsabilidad grande con lo que está ocurriendo, y surge la pregunta ¿qué pasa en esos países cuando sus residuos los envían a otro país? Ahí hay una primera responsabilidad que raya con los temas éticos y morales al construir una sociedad”.
A raíz de esto, se sugiere reforzar el Convenio de Basilea, donde se busca proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los efectos adversos de la generación, movimientos transfronterizos y gestión de residuos peligrosos, pero también de otros desechos, obligando al mismo tiempo su manejo y eliminación, considerando aspectos ambientales.
Conciencia ambiental
Si bien se trata de un tema que cada vez tiene mayor vitrina y van surgiendo grupos que están movilizando estas materias, aún queda mucho por hacer. Carmen Gloria Ide enfatizó en que es fundamental que se hable de estas problemáticas, pero con conocimiento y base científica para evitar tomar acciones que carecen de información relevante y que afectarán en el largo plazo al medioambiente y sociedad.
También es relevante que se fomente la producción y consumo responsable y se deje de incentivar la compra por moda. “Si no necesitamos tanta ropa, no seamos fanáticos de renovar el clóset porque sí, sino que démosle un sentido y consumamos aquella ropa con fibras mucho más nobles en materia medioambiental o la que puede tener una mejor calidad y durar mucho más tiempo”, expresó la directora ejecutiva de Círculo REP.
Más allá de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), con la que se intenta impulsar el país hacia al desarrollo sostenible, es importante que el consumidor esté informado para que tenga mayor conciencia sobre los efectos negativos que puede traer la compra desmedida, tanto de ropa como de otros tipos de productos, e incentivar la adquisición de ropa de segunda mano.
Ante la urgencia de generar mayor conocimiento en este tema, Carmen Gloria Ide recomendó “ser capaces de llevar la conciencia ambiental a la casa, evitando llenarnos de bolsas de basura, por ejemplo, y repensar el uso de envases y la reutilización del papel”.
Finalmente, junto con fomentar que la población entienda las repercusiones del alto consumo de ropa, hace falta llevar a cabo procesos de reciclaje y la fiscalización correspondiente para evitar escenarios como el que se ha visto en el desierto de Atacama, así como los negativos efectos que la fabricación de ropa tiene para nuestro planeta.