Con el objetivo de garantizar un espacio de conocimiento científico sobre las características y el hábitat de la Carica chilensis (papayo) y la Porlieria chilensis (guayacán), el proyecto INCO de Minera Los Pelambres se encuentra desarrollando un programa de investigación, cuya duración se extenderá por doce años.
Entre las líneas de investigación de la iniciativa, cuya primera etapa de tres años ha estado a cargo del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), se incluye el estudio de la autoecología de la regeneración de los individuos, métodos para facilitar este proceso y proposición de técnicas que fortalezcan el establecimiento de estas plantas en condiciones artificiales de plantación, con el objetivo de asegurar su continuidad en la cuenca del Estero Pupío, en el valle del mismo nombre en la Provincia de Choapa, así como fortalecer su presencia en otros territorios.
“Este programa, que es parte de los compromisos ambientales de INCO, es particularmente importante, porque generará conocimiento nuevo para proteger y propagar de forma más efectiva las especies estudiadas. En esa línea, se impulsará la difusión de sus resultados en publicaciones en medios de comunicación, así como en talleres, congresos y simposios”, dijo el superintendente socioambiental del proyecto, Máximo Lagos.
Asimismo, para incrementar la propagación de las especies, durante el primer año se realizó la selección de sitios e instalación de parcelas de muestreo permanente, recolección de semillas, experimentos de germinación en laboratorios y extracción de material vegetal para la reproducción asexuada del guayacán y el papayo.
La investigadora asociada del IEB, Andrea Loayza, explicó la importancia de esta investigación para el medio ambiente. “Este programa nos permitirá entender varios aspectos de la ecología del guayacán y del papayo. En particular, podremos conocer los motivos por los cuales la reproducción de ambas especies puede verse afectada negativamente y como cambios en el ambiente -agua, nutrientes y temperatura- pueden afectar su desempeño, así como cuáles son las mejores formas para propagarlas. En esa línea, los resultados serán relevantes para entender el impacto del cambio global sobre la permanencia en el tiempo de ambas especies, ya que nos permitirá evaluar su grado de vulnerabilidad al actual escenario, con menor disponibilidad de polinizadores”.
Asimismo, se refirió a los avances obtenidos hasta el momento. “Iniciamos las actividades durante 2021. Durante este periodo, los resultados han revelado, por una parte, la importancia de los polinizadores para la producción de semillas en ambas especies y, por otra, una mayor tolerancia al estrés -hídrico y a temperaturas altas- del guayacán comparado con el papayo”.
En la misma línea, se continúa analizando la relación entre la producción de frutos y semillas, con la disponibilidad de polen y polinizadores, así como el monitoreo y crecimiento de esquejes, entre otras acciones.