Las vacaciones suelen generar algunos inconvenientes para ciertos trabajadores, quienes no saben delegar sus tareas ni desconectarse. Ahora, en medio de un escenario complejo sanitariamente, donde varias personas no se tomarán vacaciones y quienes lo hagan, es probable que tengan temor, es clave hallar la verdadera relajación en esta época del año.
Y lo cierto, es que para los líderes de las empresas es cada vez más importante generar espacios de descanso para sus equipos. Según Deloitte, entre las tendencias de capital humano a nivel global de 2021, se vio la necesidad de diseñar el trabajo para el bienestar, priorizando el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Por esto, se busca que los colaboradores se sientan acogidos, de manera de contribuir a su bienestar y así rendir al máximo.
Es así como las vacaciones son un merecido momento de descanso para los colaboradores, quienes pueden disfrutar esos días sin importar cuantos sean. Pero para eso, las personas deben mentalizarse, y así poder realmente desconectarse de sus tareas.
Lorena Montespier, Chief People & Happiness Officer en Nawaiam, plataforma de videojuegos aplicada a los RR.HH., dice que para descansar de verdad, “es importante la actitud que tomemos ante esto, qué tan preparados estamos emocionalmente y cómo nos disponemos, porque es una instancia para recoger energías, desconectar y sentirse bien”.
Sin importar si son unos pocos días o dos o tres semanas, es conveniente que las personas establezcan rutinas para poder disfrutar de sus vacaciones. Como ejemplo, es aconsejable dejar de lado las redes sociales. “Se deberían determinar tiempos para conectarse, unos pocos minutos en la mañana o en la tarde, para evitar revisar correos de trabajo o redes sociales. En este tiempo hay que aprovechar estar con la familia y con uno mismo, para reflexionar y disfrutar”, recomienda Montespier.
No darse este tiempo puede ser perjudicial para los trabajadores y la empresa. Es posible que se sientan fatigados, muy irritables y menos tolerantes. Luego, esto se termina expandiendo a la organización, porque los trabajadores se vuelven menos productivos.
Dejar de lado el ego y delegar
Antes de salir de vacaciones hay que realizar ciertos ajustes para no tener que ser consultado mientras se está descansando. Pero antes, es clave tener un tiempo de introspección, evaluarse y dejar de sentirse imprescindible. Esto será fundamental para confiar en el equipo que se queda a cargo cuando el trabajador no está.
Montespier aconseja “ordenarse una semana previo a las vacaciones para tratar de que no queden temas pendientes. También es útil poner fuera de oficina en el correo para que clientes internos y externos no duden si estamos o no accesibles”.