Como prioridad ha definido Minera Los Pelambres el cumplimiento de los compromisos asumidos con las comunidades del Valle Alto de la comuna de Salamanca y la autoridad ambiental. Por ello, durante las últimas semanas se inició el proceso de plantación de 48 mil árboles y arbustos nativos en el Tranque Quillayes, acción que forma parte del proceso de fitoestabilización del área y cuyo objetivo es controlar los eventos de material particulado de una forma orgánica y sustentable.
En la etapa inicial se planificaron 60 hectáreas, que se encuentran en proceso de plantación con especies como espino, algarrobo, adesmia, romerillo, cola de zorro, coirón y quiló, y que fueron seleccionadas siguiendo criterios como “nativas de la zona”, “eficiencia hídrica” y “rápida adaptabilidad”.
Alejandra Medina, gerenta de Asuntos Públicos de Minera Los Pelambres, explicó que el proyecto de fitoestabilización forma parte del cumplimiento de compromisos medioambientales que mantiene la compañía con la autoridad ambiental, Sernageomin, y con la comunidad de Cuncumén, con quienes mantienen una comunicación constante en el proceso.
“En un mes y medio, aproximadamente, debería concluir la plantación de los 48 mil ejemplares, para luego iniciar un proceso de establecimiento y mantención de las especies, el que, como es de costumbre, será fiscalizado por las comunidades y por la autoridad ambiental para ir cerrando los compromisos que hemos asumido”, afirmó la ejecutiva.
Previo a la plantación se realizó un extenso trabajo de preparación del terreno, que consistió en el mejoramiento del suelo mediante un recubrimiento de material granular (tierra) de más de 30 centímetros, la construcción de casillas y sistemas de riego, entre otras tareas. De manera paralela, se recolectaron semillas, las que germinaron y llegaron a ser los arbustos y árboles objeto de plantación, gracias a su previa aclimatación en el vivero de Monte Aranda.
De esta manera, se plantarán 800 ejemplares por hectárea, lo que permitirá un crecimiento orgánico de los árboles y arbustos, mientras que de forma paralela se aplican fertilizantes e hidrogel, este último un insumo de riego que aumenta la eficiencia del agua utilizada.
Más que una fiscalización
Una de las características del proceso de fitoestabilización es que es ejecutado por cuadrillas de trabajadoras y trabajadores del Valle Alto de Salamanca, quienes son parte de la comunidad. Estas personas fueron capacitadas para llevar a cabo la tarea de cuidados y trasplante de las especies, como lo afirma Coraima Cortez, integrante del equipo y vecina de Cuncumén. “Es un proyecto muy hermoso, es un bosque que va a quedar para las próximas generaciones. A mí me encanta el tema de las plantas y he aprendido mucho en este proyecto. Cuando hablen del bosque que hay en el tranque, podremos decir que nosotros estuvimos en su origen”, aseguró.