Diversos estudios se refieren a la importancia de una buena comunicación y relación que debe tener la empresa con sus trabajadores. Sin embargo, poco se habla de la relevancia de los proveedores para el futuro de las grandes compañías y, finalmente, para el éxito del ecosistema económico y empresarial.
De más está señalar que el nivel de calidad en la gestión de proveedores puede influir en los resultados del negocio, el servicio al cliente y el valor de la cadena de suministro. Por ello, es imperativo que las empresas diseñen y se ajusten a planes y estrategias de gestión de proveedores que acompañen los objetivos comerciales y de imagen deseados. Pero además de lo anterior, uno de los factores que ha tomado mayor preponderancia en los últimos años es ofrecer condiciones de financiamiento transparentes y convenientes a las Pymes, para ayudarlas a sobrevivir.
La fidelización de quienes acompañan nuestras empresas es de suma importancia, sobre todo en tiempos de pandemia, en los que las empresas están tomando cada vez mayor conciencia sobre la relevancia de la pequeña y mediana empresa, y si no, están empezando a generarla. En ese sentido, impera la mirada del ecosistema empresarial como un símil del comportamiento de las leyes de la naturaleza: “Grandes y pequeños se necesitan para substistir”.
Si bien las leyes estatales deben y tienen la misión de velar por el bienestar de las pymes, los actores del sector privado considerados partes de la “gran empresa”, tienen en sus manos la oportunidad de entregar a sus proveedores certezas en medio de incertidumbres.
Se sabe que uno de los principales dolores de la Pyme son los plazos de pago, tiempos muertos sin entrada de ingreso que ponen en riesgo su continuidad operacional. Hoy existe la posibilidad de darles condiciones de facturación y financiamiento convenientes para apoyarlos con sistemas de pago de facturas a tiempo y sistemas tecnológicos que les permitan seguir su salud financiera. Esto, se convierte en un apoyo que es retribuido por los más pequeños, quienes ven en las empresas una preocupación genuina por su labor.
La Bolsa de Productos Agropecuarios es una Entidad de Infraestructura de Mercado, que tiene por objeto exclusivo proveer a sus miembros el local y la infraestructura necesaria para realizar eficazmente, funciona de manera similar a las bolsas de valores, sólo que los productos que se transan son de naturaleza diferente, por lo que tiene una regulación y reglamentos especiales.
Al mismo tiempo, mientras se navega por aguas turbulentas resulta una responsabilidad estresante para los directivos hacerse cargo de este tipo de temas administrativos, ya que se ven obligados a enfocarse estrictamente a sus objetivos. Es aquí donde tienen la oportunidad de optar por las nuevas formas de financiamiento. Éstas no provienen de la tripulación interna, sino de terceros expertos en la materia, y que a diferencia del factoring clásico o bancos, permiten entregar tasas convenientes y pagar una factura en tres horas, por medio de la tecnología y con tasas de mercado y conocimiento público. Algo antes impensado, pero que hoy estamos haciendo realidad: una alternativa “win win”, donde todos ganen: empresas y proveedores.
En consecuencia, hay factores que las grandes empresas deben abordar con detalle para construir la fidelización y la colaboración sobre un terreno sólido. Algunas de ellas son la facturación, las condiciones de pago, los plazos de entrega}, además de un mejor conocimiento del entorno de la parte contraria que permita buscar la solución óptima conjuntamente. Pero por sobre todo, la transparencia por ambas partes es fundamental para sentar una relación de confianza.
Por: Esteban Ahumada, Finmas.
