Nueva York y Londres son las ciudades que más se escuchan al hablar de destinos donde aprender inglés. Ciertamente se trata de lugares increíbles, con una mística propia y que pueden atraer a gran cantidad de personas con ganas de aprender un nuevo idioma, al mismo tiempo que se vive una experiencia de vida.
Pero hay personas que buscan otro tipo de destinos. A quienes puede no atraerles particularmente la idea de vivir en una gran ciudad, pero sí tienen las mismas ganas de aprender inglés. Para ellos, existen destinos que cuentan con ciudades hermosas pero un poco más pequeñas, playas hermosas salidas de películas, o poblados ricos en historia que rebosan de hermosura.
Ejemplos de estos existen en el mismo Reino Unido, donde destaca particularmente Bournemouth. Ajeno al típico clima gris que uno asocia con la isla inglesa, contiene kilómetros de playas y paseos marítimos, atrayendo turistas y estudiantes de todo el mundo en sus dos universidades. Lo mismo sucede con Estados Unidos. Santa Bárbara y Miami son algunos de estos destinos. La primera es una ciudad universitaria en la costa Oeste del país, con hermosas playas y un centro con nada que envidiarle a una gran ciudad. De Miami que más se puede decir; además de las playas y la vida nocturna que todos conocen. ¿Quién no querría estudiar ahí? Si se quiere aumentar la apuesta paradisiaca, Honolulu es la opción. En el corazón de Hawai, con las clases literalmente frente a la playa.
Si estos destinos no son lo suficientemente exóticos, entonces Ciudad del Cabo puede ser la mejor opción. Impresionantes paisajes africanos contrastando con una gran ciudad cosmopolita y hermosas playas. Si se busca algo más Mediterráneo, St. Julian’s es la mejor elección. Ubicado en la Isla de Malta, cuenta con bahías, increíbles playas y cuevas y más de 7000 años de historia. Lo mejor de dos mundos.
Pero un destino tan tradicional como Inglaterra también tiene estilo playero, siendo Bournemouth y Torquay dos atractivos destinos ubicados en la orilla del Canal de la Mancha. Imperdibles si se trata de vivir el verano europeo.
“Son ciudades en que las personas no piensan que existen, como opciones para viajar y aprender inglés. Pero sí, es posible vivir y disfrutar de verdaderos “paraísos” al mismo tiempo en que se comparte con gente de otros países y realidades y se aprende un idioma. Son oportunidades únicas que de seguro quienes las tomen no las olvidarán nunca y, obviamente, les servirán para su futuro laboral”, menciona Pablo Parera, Gerente General de EF Education First.
Aprender inglés mientras se vive rodeado de agua cristalina y playas increíbles. Ciertamente suena como demasiado bueno para ser cierto, pero no lo es. Tan solo requiere de investigación y de encontrar el lugar perfecto para quien. Ya lo saben, el paraíso espera.