Llegó el otoño y con él las temperaturas más bajas de los últimos cincuenta años. Y es que si los meses calurosos de verano no nos permiten tener un sueño estable, en el caso del frío muchas personas pueden ver desequilibradas sus temperaturas corporales, lo que deriva en un sueño de menor calidad que imposibilita acceder a un descanso reparador.
Dormir demasiado arropados, usar guatero y mantener prendidos durante la noche aparatos electrónicos como los calentadores de cama y estufas, son parte de las acciones que vemos a diario para combatir el frío. Sin embargo, su uso excesivo podría afectar el descanso producto de sudoraciones nocturnas que llevan al cuerpo a generar despertares constantes en la noche.
Según Álvaro Vidal, neurólogo de Clínica Somno, “es un error habitual pensar que mientras más temperada esté la pieza para dormir, es mejor, dado que durante el sueño la temperatura del cuerpo no es estable, sino que varía por ciclos y se regula por un ritmo circadiano. Al caer la luz del día, cercano a las 10 u 11 horas, nuestra temperatura externa sube medio grado, induciendo el sueño y manteniéndolo durante la noche, lo que luego se revierte al amanecer donde baja nuevamente para que podamos mantenernos despiertos”.
Esto, según expertos, lleva a que si hay demasiada temperatura en la habitación, incluso si se superan los 24 grados ambiente, nuestro cuerpo no va a descansar bien y tenderá a darse vueltas y despertar, lo que fracciona nuestro ciclo de sueño. “La recomendación siempre es mantener la pieza y la cama a una temperatura entre 15 a 22 grados ambiente, que es la ideal para que el cuerpo descanse cómodamente” señala el especialista quien resalta que “la temperatura de nuestra piel debe estar alrededor de los 36 grados para que durmamos bien, lo que se logra sin abusar de métodos de calefacción como calientacamas y guateros para combatir el frio”, señala el especialista.
Para lograr un buen dormir en esta temporada, desde Clínica Somno entregan los siguientes recomendaciones:
1) Para regular la temperatura del cuerpo antes de irse a dormir, una muy buena alternativa es tomar una ducha tibia.
2) A lo largo del día ventilar la habitación por unos minutos para así permitir cambios de aire y evitar la humedad.
3) Tratar que tanto la tela del pijama como de la ropa de cama sean de algodón, pues disminuyen la posibilidad de sudoraciones desagradables.
4) Si bien no existe consenso científico de si es mejor o no dormir con calcetines, la recomendación es que, si se sufre de frío especialmente en los pies, sí recurras a ellos.
5) Apagar la calefacción antes de dormir, ya que a mayores temperaturas es más difícil conciliar el sueño.
6) Idealmente evitar realizar actividad física en las últimas horas del día, porque si lo haces de noche irás a la cama con una temperatura del cuerpo algo elevada que puede dificultar la conciliación del sueño.