Ante la negativa de un grupo del Frente Amplio y el Partido Comunista de tramitar con mayor rapidez el proyecto que obliga a los parlamentarios a someterse a un test de drogas aleatorio y obligatorio, el diputado por la Región de Coquimbo, Marco Antonio Sulantay, decidió someterse voluntariamente a un examen que mide la presencia de anfetamina, marihuana, cocaína y éxtasis, de manera de transparentar ante la ciudadanía su nula dependencia con las drogas y otras sustancias ilícitas.
Exhibiendo públicamente el resultado negativo de su test, el parlamentario gremialista lamentó que sectores del oficialismo se negaran durante las últimas semanas a modificar el actual reglamento, asegurando que los recursos para someterse a dichos exámenes se encuentran disponibles desde principios de año, luego que la misma Cámara Baja -en el marco de la Ley de Presupuesto 2022- aprobara en noviembre una iniciativa de la Bancada UDI para que los test se practiquen semestralmente.
“Todos los parlamentarios gremialistas decidimos de forma voluntaria realizarnos un test rápido para detectar la presencia de drogas, porque estamos convencidos de que la ciudadanía no sólo exige más de su clase política, sino que también que cumplamos la ley, y eso indica que debemos realizarnos exámenes de forma obligatoria, aleatoria y semestral”, señaló Sulantay, agregando que la decisión tuvo como objetivo “dar una señal concreta a quienes confían en nosotros y que nos entregan la responsabilidad de legislar”.
En esa línea, el representante del Distrito 5 explicó que la modificación reglamentaria finalmente se votará durante la última semana de junio, asegurando que en su tramitación “insistiremos para que los exámenes que se realicen sean de pelo, de manera de medir un eventual consumo durante un mayor período de tiempo, como también buscaremos que los resultados sean públicos, porque la ciudadanía tiene todo el derecho a saber si sus parlamentarios son o no consumidores de algún tipo de droga, y si eventualmente tienen vínculos con el mundo del narcotráfico”
“Lo que hemos querido hacer es un acto testimonial, realizándonos un test rápido en el policlínico de la Cámara de Diputados, para así darle certeza a la ciudadanía de que ningún parlamentario UDI es consumidor de drogas. Pero el objetivo final es que nos tengamos que someter a exámenes obligatorios, dos veces al año y de forma aleatoria, porque tenemos la obligación de transparentar nuestra nula dependencia con sustancias ilícitas y con quienes las proveen”, reiteró el diputado por Coquimbo, quien finalmente agregó que “en el corto plazo, vamos a insistir para que esta misma norma también se aplique a los senadores y en todas las instituciones públicas que tengan algún tipo de relación en materia de drogas”.