Otra vez no alcanzamos la meta. Lejos de utilizar de forma correcta los recursos que la Tierra le entrega a sus habitantes para todo el año, el planeta vivió este 28 de julio el Día del Sobregiro Ecológico, que marca la fecha en que la demanda de recursos y servicios ecológicos de la humanidad en un año supera lo que la Tierra puede generar en ese año.
¿Cómo se calcula? La firma Global Footprint (encargada del estudio) divide la biocapacidad del planeta (la cantidad de recursos ecológicos que la Tierra puede generar ese año), por la Huella Ecológica de la humanidad (la demanda de la humanidad para ese año), y multiplicando por 365. Según el organismo, se necesitarían 1.8 Tierras para cubrir las necesidades de la población de forma sostenible.
Chile y el mundo al debe
Lamentablemente nuestro país tiene un triste récord en la materia. Aunque el Sobregiro Ecológico Mundial 2022 fue el 28 de julio, Chile lo alcanzó el 15 de mayo, alzándose por tercer año consecutivo como el primer territorio de Latinoamérica en lograr la marca.
“El sobregiro ecológico implica el agotamiento de los recursos y servicios que le provee la naturaleza debido a la demanda del ser humano y, por lo tanto, no solo es un riesgo para la seguridad alimentaria o climática de la humanidad, sino que también es un riesgo para los ecosistemas, al alterar sus condiciones naturales”,explica la Dra. Katherine Brintrup, directora de Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental de la U. San Sebastián.
“El sobregiro implica que muchas especies puedan ver degradado su hábitat y, por lo tanto, se reduzca la disponibilidad de agua, alimento y refugio, cambiando las condiciones climáticas a la cual los seres vivos están altamente adaptados. Lamentablemente cada vez son más las consecuencias del sobregiro ecológico, las especies amenazadas o en peligro aumentan, así como el número de especies en extinción”, recalca.
Medidas urgentes
“El ser humano está degradando y explotando recursos naturales a una velocidad nunca antes vista, afectando la resiliencia de los ecosistemas y todas las formas de vida en nuestro planeta”, explica la docente. A su juicio, las medidas concretas “van en dirección de un consumo y alimentación responsable y sustentable, descarbonizar la matriz energética, producción sustentable y eficiente en la industria, cuidar nuestra natalidad en base a lo que el planeta puede soportar e incrementar la cantidad de áreas protegidas”.