Desde el telescopio Gemini Norte, uno de los telescopios gemelos del Observatorio internacional Gemini que opera NOIRLab de NSF y AURA, fue posible observar el inicio de una colisión cósmica que ocurre aproximadamente a 60 millones de años luz en la constelación de Virgo. Las dos majestuosas galaxias espirales, identificadas como NGC 4568 (abajo) y NGC 4567 (arriba), están a punto de experimentar uno de los eventos más espectaculares del universo: una fusión galáctica. Actualmente, los centros de estas galaxias están aún a 20 mil años luz de distancia (más o menos la distancia que tiene la Tierra respecto del centro de la Vía Láctea), y cada una de ellas todavía mantiene su forma de remolino, aunque esas aparentemente plácidas condiciones van a cambiar.
A medida que NGC 4568 y NGC 4567 se atraen y fusionan, el duelo entre sus fuerzas gravitatorias provocará ráfagas de intensa formación estelar que van a distorsionar dramáticamente sus majestuosas estructuras. A lo largo de millones de años, las galaxias se van a cruzar de forma repetida produciendo larguísimas corrientes de gas y estrellas, hasta que sus estructuras individuales se mezclen completamente en una única galaxia esférica que surgirá del caos previo. En ese momento, gran parte del gas y el polvo que son el combustible de la formación de estrellas, se habrán agotado o eliminado.
Esta fusión es también un anticipo de lo que sucederá cuando la Vía Láctea y su vecina galáctica más grande, la galaxia de Andrómeda, choquen en unos 5 mil millones de años más.
Una región brillante en el centro de uno de los brazos espirales de NGC 4568 corresponde al resplandor de SN 2020fqv, una supernova que fue detectada en 2020. La nueva imagen de Gemini se produjo a partir de datos tomados en 2021.
Al combinar décadas de observaciones y de modelación computacional, los astrónomos ahora disponen de evidencia contundente que demuestra que las fusiones de galaxias espirales como éstas se convierten en galaxias elípticas. Es probable que NGC 4568 y NGC 4567 se parezcan a su vecina más madura, Messier 89, una galaxia elíptica que también se encuentra en el cúmulo de Virgo. Carente del gas que forma a las estrellas, M89 exhibe actualmente una tasa de formación estelar mínima y está compuesta principalmente por estrellas viejas y de poca masa, además de cúmulos globulares muy antiguos.
La avanzada tecnología en el telescopio de Gemini Norte, que incluye el Espectrógrafo Multi-Objeto de Gemini Norte (GMOS-N por sus siglas en inglés) y el aire seco sobre la cima de Maunakeapermitió a los astrónomos capturar esta imagen tan detallada.
La imagen fue producida por el equipo de Comunicaciones, Educación y Vinculación con el Medio de NOIRLab como parte del Programa del Legado de Imágenes de NOIRLab.