Muchos trabajadores y colaboradores han sentido -al término del domingo- sentimientos ligados a la pena, angustia, tristeza, depresión y enojo, debido que en pocas horas comenzará un nuevo ciclo laboral de cinco días o más, dependiendo del caso para las personas que realizan turnos. Es muy probable que estas personas padezcan Sunday Blues, un malestar que se presenta al terminar el período de descanso y que afecta principalmente a quienes son infelices en su lugar de trabajo.
Cabe destacar que en nuestro país los trabajadores perciben que su felicidad laboral es menor que antes de la crisis sanitaria que comenzó en marzo del 2020. Este fue el resultado de la investigación realizada por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y la empresa Merlin Research, para la cual encuestaron a 3.277 personas a través de un cuestionario online. El estudio reveló que el 53% de los trabajadores se considera “feliz” o “muy feliz” en el trabajo, mientras que un 23% señaló “ni feliz ni infeliz” y por su parte el 24% declaró estar “infeliz” o “muy infeliz”. Antes de la pandemia la felicidad llegaba al 61%.
“Esta situación la enfrentan a diario trabajadores que muchas veces tienen que recorrer largas distancias, pues viven en la periferia de las ciudades y los polos urbanos, donde se concentran los puestos de trabajos, están muy alejados. Con todo el impacto que ello tiene, en conciliación familiar, en el sano equilibrio entre ocio y trabajo y en bienestar personal. Por ejemplo, un obrero de la construcción, en su hora de almuerzo, puede lograr un poco de desconexión mirando el cielo o paisaje para poder seguir con su jornada el resto del día y luego volver en la tarde a su hogar. Esto se repite a diario durante toda la vida laboral y puede generar un vacío que se llena de angustia e incluso depresión y que conllevan graves consecuencias en el tiempo como enfermedades crónicas”, expresó Horacio Llovet, cofundador de Nawaiam, empresa tecnológica que usa la gamificación para evaluar el talento, tanto interno como en selección.
¿Pero qué se puede hacer para evitar este padecimiento? Según el experto es necesario que las personas logren tener tiempo libre en la semana para hacer una o varias actividades que le permitan salir de la rutina y sentirse motivados. “Es fundamental contar con un tiempo para uno mismo en una actividad que no tenga relación con el trabajo ni con obligaciones familiares. Que la cabeza salga por un momento de la presión de las responsabilidades que consumen a las personas a diario”, dijo Llovet.
El licenciado en RR.HH. en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) sugirió que haya un cambio de paradigma en nuestro país para que las personas puedan contar con más tiempo para la recreación y el ocio, donde el reciente proyecto de implementación de las 40 horas jugará un pilar clave.
“La pandemia nos demostró que existen otras formas de trabajo que funcionan muy bien como es la modalidad remota o a distancia, que permiten que los empleados tengan más tiempo para estar con sus familias y haciendo actividades para distraerse sin menoscabo de su productividad. Este sistema ahora ha ido mutando a un modelo híbrido que mezcla el mundo presencial y el virtual, sumando las ventajas de ambos. Esta forma de trabajo tiene muchos beneficios desde descongestionar el tráfico en los horarios punta, reducir la huella de carbono, economizar en el pago de transporte (público o privado), calidad de vida, entre otros. De igual forma, es necesario avanzar en proyectos de ley como el citado de las 40 horas de jornada laboral y otras iniciativas a nivel corporativo (no siempre es necesaria una legislación) que beneficien a los colaboradores”, comentó Horacio Llovet.
Este síntoma, junto a otros que afectan al bienestar y clima laboral, engarzados con la cultura corporativa, se pueden prevenir. Conocer al talento, su actitud y establecer las bases para ubicarle en su mejor lugar, redundará en beneficio económico y sin duda, social. Prevenir es curar y al igual que en Medicina hacemos un chequeo anual, es bueno implementar medidas que ayuden a chequear el don que nos permitirá avanzar como sociedad. El talento y su diversidad. Conocerlo y entender en qué situación está -enfatizó Llovet- es crear una autopista por la que transitar hacia el futuro que todos queremos y merecemos.