Ejecutar planes eficaces de convivencia escolar e implementar programas de promoción del bienestar socioemocional para el aprendizaje son algunas de las medidas que podrían ayudar a mejorar el clima escolar en los establecimientos educacionales y así el correcto desarrollo de los alumnos.
La violencia escolar se ha instalado como una de las principales preocupaciones en materia educacional. Fabián Barrera, académico de la Escuela de Psicología y director del Laboratorio de Innovación en Psicología y Educación de la Universidad de los Andes, aborda esta problemática, sus principales causas y qué medidas implementar, teniendo en cuenta experiencias locales e internacionales.
El fenómeno de la violencia se podría definir como “combinación de múltiples factores y que refleja un problema que se viene arrastrando desde antes de la pandemia”, explica Barrera. Estos factores, tienen que ver con elementos como la vulneración social en las familias, problemas de estrés causados por condiciones socioeconómicas, y que en algún punto causan una disfuncionalidad en la conducta de los niños en los colegios, particularmente de agresión.
El psicólogo señala que la pandemia también impactó en esto, sostiene que “por un lado, por efecto de las cuarentenas, donde en Chile los colegios se mantuvieron cerrados. Además, hubo dificultades para poder ofrecer oportunidades de aprendizaje para desarrollar competencias socioemocionales en los niños, particularmente las competencias de orden de habilidades comunicacionales y de autorregulación, y que pueden explicar los sucesos de violencia”.
En noviembre pasado, el gobierno lanzó el “Plan de Reactivación Educativa”, enfocado a resolver problemas como el de la violencia escolar y la salud mental de los estudiantes. Para el académico, el plan está actualmente más orientado hacia la recuperación de aprendizajes, que a la recuperación del bienestar socioemocional. Por lo mismo, menciona que “podrían pensarse otras medidas que puedan complementarse con las medidas que se proponen a nivel local en los colegios”, donde existen los planes de gestión de la convivencia escolar que deberían impulsarse. “Es una medida en donde también se recomienda agregar dentro de los colegios, un énfasis en el bienestar socioemocional para el aprendizaje: trabajo de diagnóstico de niños, a nivel individual y grupal de las clases, que permita tomar medidas e ir monitoreando la respuesta a esas acciones de parte de los actores de las escuelas, esto permitiría hacer diagnósticos y plantear soluciones eficaces”.
La experiencia internacional: Estados Unidos y Finlandia
Al comparar modelos de otros países para erradicar la violencia escolar como el de Estados Unidos, el especialista lo cataloga como “exitoso” ya que este país “viene enfrentando problemas de violencia específica, y que han sabido resolver de buena manera articulando distintas entidades del sistema de gobierno y de educación”. A pesar de ser tipos de problemas distintos a los que enfrenta Chile, existen otro tipo de experiencias, relacionadas y más enfocadas en la aplicación de programas de bienestar socioemocional, en términos de cómo controlar el acoso escolar (bullying). Un ejemplo es Finlandia que por medio de diferentes programas han logrado disminuir el acoso escolar en los establecimientos del país. “La evidencia nos indica que la aplicación de este tipo de programas es adecuado y productivo a la hora de implementarlos, porque tienen efectos en el corto plazo, como también en el mediano y largo plazo sobre el bienestar socioemocional de los estudiantes y la disminución de problemas de violencia escolar”, finaliza Fabián Barrera, académico de la Escuela de Psicología y director Laboratorio de Innovación en Psicología y Educación UANDES.