Que la respiración se detenga por unos segundos y luego vuelva a reanudarse repetidas veces mientras dormimos es, en palabras simples, la definición de apnea del sueño; trastorno que impide la correcta oxigenación del cuerpo y que, si no se trata, puede generar otros problemas de salud.
“Ocurre por la obstrucción de la vía aérea y relajación de los músculos de la garganta, en lo que se ha visto la incidencia de factores de riesgo como sobrepeso, alteraciones maxilofaciales, uso de fármacos, consumo de alcohol, tabaquismo y enfermedades cerebrales, entre otros motivos. Como disminuye la entrada de oxígeno al torrente sanguíneo, se produce una posterior reapertura de la vía aérea con ronquidos y mala calidad de sueño”, explica la doctora Evelyn Benavides, neuróloga del Centro del Sueño de Clínica Bupa Santiago.
Señales más evidentes
Junto con ronquidos fuertes y un notorio cansancio durante el día, la apnea del sueño se acompaña de los siguientes síntomas:
- Respiración agitada mientras la persona duerme
- Sudoración nocturna
- Movimiento de extremidades
- Problemas de memoria y concentración
- Despertar con la boca seca
- Irritabilidad
Si bien no hay cifras de su incidencia en Chile, la experta indica que se estima que alrededor del 10% a 15% de los hombres mayores de 50 años tienen síntomas que pueden ser de cuidado. “Es muy importante consultar a tiempo, ya que a medida que aumenta la edad de la persona, los riesgos cardiovasculares van subiendo. De hecho, los estudios dicen que hasta el 76% de las personas con insuficiencia cardíaca crónica, también sufren apnea del sueño. Además, se asocia al desarrollo de hipertensión, diabetes e infartos cerebrales”, sostiene la experta.
Diagnóstico y tratamiento
La forma de confirmar o descartar la presencia de la apnea es hacer un estudio del sueño, prueba en la que se registran una serie de señales. Para esto se conectan sensores en diferentes zonas del cuerpo, en los que se mide la respiración, oxigenación, frecuencia cardíaca, movimientos y posición del cuerpo, entre otras variables.
¿Y cómo tratarla? “En los casos más leves de apnea del sueño, se recomiendan cambios en el estilo de vida, como bajar de peso, dejar de fumar, o incorporar tratamientos para la alergia nasal. Pero si los síntomas no mejoran, existen dispositivos que pueden ayudar a abrir las vías respiratorias o evaluar una cirugía, pero todo esto hay que verlo caso a caso, ya que depende de la realidad de cada paciente”, sostiene Evelyn Benavides.