Tras la “toma” del edificio de la Dirección Nacional, el director de la institución, Alejandro Jiménez, dijo que es su “deber y responsabilidad resguardar la integridad física y el derecho de los funcionarios que desean cumplir con su deber”.
SANTIAGO.- El director nacional de Gendarmería, Alejandro Jiménez, justificó la actuación de Fuerzas Especiales de Carabineros en el desalojo que puso fin a la “toma” del edificio, protagonizada esta mañana por más de 20 funcionarios en paro.
“Es mi deber y responsabilidad, como director nacional de este servicio público, resguardar la integridad física y el derecho de los funcionarios que desean cumplir con su deber y trabajar normalmente, así como garantizar el funcionamiento regular de todas la instancias y áreas laborales de Gendarmería”, dijo Jiménez a través de un comunicado.
“De acuerdo a ese imperativo, he solicitado la intervención de la fuerza pública para despejar los ingresos a la Dirección Nacional y direcciones regionales en que pudieren presentarse situaciones similares”, agregó.
En el breve texto enviado a la prensa, el abogado reiteró también su rechazo a las acciones de presión realizadas por los miembros de la institución, que no han llegado a un acuerdo con el Gobierno por su situación laboral.
Según dijo, se trata de “acciones de carácter comunicacional, promovidas por dirigentes que insisten en mantener una movilización marginal e injustificada”.
De igual forma, aseguró que la mayoría de los penales y funcionarios del país se encuentran desarrollando sus labores con normalidad y esperando la pronta aprobación de la ley que permitirá incrementar las dotaciones y mejorar las condiciones de trabajo de los miembros de Gendarmería.
En medio de golpes y forcejeos, la “toma” del edificio ubicado en la esquina de Rosas con Teatinos, en el centro de Santiago, terminó hoy con ocho personas detenidas por desórdenes públicos.