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Martes, Noviembre 26, 2024
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Proyecto cojinova buscará escalar logros tecnológicos mediante acuicultura a pequeña escala

Tras cuatro años de trabajo a través de un proyecto FONDEF, el Departamento de Acuicultura de la Universidad Católica del Norte ha podido concluir que la cojinoba del norte (Seriolella violacea) presenta todas las características adecuadas para el desarrollo de su cultivo en la zona centro-norte.
La constatación fue calificada como una excelente noticia por el director del proyecto, Dr. Alfonso Silva Arancibia, en vista que son pocas las especies que se adecuan al cultivo en las aguas templadas de esa área. Es una especie nativa, dijo, con un valor importante en el mercado, que crece rápido y que, producto de esta iniciativa, está en condiciones de aportar los juveniles necesarios para iniciar un cultivo a pequeña o mediana escala.
Estos y otros resultados fueron compartidos durante la ceremonia de cierre del proyecto, efectuada en Coquimbo (15/7), oportunidad en que Silva adelantó que el siguiente desafío de este esfuerzo – que a través de sus dos etapas ya completa una década, siempre contando con el apoyo de FONDEF – consiste en transferir la tecnología desarrollada. Para ello han presentado algunas propuestas al gobierno regional, estrategia que además considera una alianza con los pescadores artesanales, a quienes se transferiría la tecnología, con miras a empezar a impulsar la acuicultura a pequeña escala.
Evaluación económica
La clausura del proyecto también contó con la participación de la ingeniero comercial Pamela Ramírez, asesor externo de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL-UCN), quien destacó igualmente que la universidad, a través del laboratorio del cultivo de peces, está hoy en condiciones de ofrecer al mercado la producción de juveniles para ser engordados en jaulas en el mar, y de paso transferir conocimiento por medio de capacitaciones y asesorías.
La profesional explicó que, en el marco de la iniciativa, elaboraron una evaluación económica de una unidad productiva piloto, pensando en un negocio que comience la producción a escala comercial de 600 toneladas/año de producto final de 1,5kg de peso, en más o menos 2 años de cultivo. “Evaluamos ese negocio a cinco dólares el kilo de producto final puesto en granja, es decir, peces de un tamaño de 1,5kg sin ningún tipo de procesamiento a 5 dólares el kilo”, precisó Pamela Ramírez.
Dentro de la estructura de costo, agregó, lo más importante es el alimento de engorde, en este caso el pellet, que fue desarrollado por BioMar, empresa del rubro asociada al proyecto. “Hicimos una evaluación en un escenario pesimista, uno optimista y uno conservador, pensando que el precio puede variar entre 0,9 dólares y 1,4 dólares el kilo. Con eso, el negocio es rentable a partir de los 4 dólares de venta  de precio final. Hoy día el precio playa del producto capturado desde el ambiente natural es 3 dólares aproximadamente, por lo tanto pensamos que hay un espacio para la introducción de este producto  de cultivo”.
Esta estrategia, resaltó Ramírez, contaría además a su favor con la disposición de BioMar de producir y vender bajas cantidades de alimentos “para que esta industria se pueda desarrollar”.
Cultivar en áreas de manejo 
La economista valoró asimismo la posibilidad de transferir la tecnología generada por la universidad a los pescadores artesanales, apuntando a desarrollar acuicultura de pequeña escala en las áreas de manejo. En este sentido, reconoció la necesidad de cambios en la legislación, tema que dijo, ya plantearon a la autoridad competente, con miras a que los pescadores puedan tener jaulas de cultivo de peces marinos en sus áreas de manejo.
En esta misma línea, el director del proyecto, Alfonso Silva, reconoció que la principal dificultad en estos 4 años de trabajo, además de los aspectos biológicos, radicó en la legislación, que actualmente no permite el desarrollo de cultivos de peces marinos en la zona norte.
Al respecto, el Director Zonal de Pesca y Acuicultura de las regiones de Atacama y Coquimbo, Javier Rivera, indicó que, justamente como parte de la revisión a la ley de pesca solicitada desde la Presidencia, se analizará lo relacionado con  la pesca de recursos bentónicos y las áreas de manejo.  “En ese sentido, este proyecto de la seriola (cojinoba) va a estar dentro de la discusión de las cosas que se pueden hacer”, afirmó.
Emprendimientos reales
En el marco de la ceremonia efectuada en Coquimbo fueron muy bienvenidas las palabras del Director de FONDEF, Gonzalo Jordán, quien informó que, producto de una serie de reuniones con todo el sistema de innovación nacional, CORFO acordó con FONDEF “establecer una ventanilla abierta para todos aquellos proyectos prometedores que han demostrado un buen desarrollo, que han tenido una buena práctica”. Lo anterior se traduce en una ventanilla abierta y un fast truck, “es decir, una vía rápida para resolver el tema del financiamiento con el fin de lograr escalamiento de estos proyectos y que estos emprendimientos se transformen en emprendimientos reales”, precisó Jordán. Y agregó que “ciertamente es una noticia muy positiva” y sitúa a Chile a la cabeza en esta materia en el contexto de América Latina.
En este mismo contexto, señaló que el proyecto cojinoba sería elegible para un financiamiento que permita escalar los resultados, “ahora está la necesidad de demostrarlo, significa hacer un proyecto impecable que incorpore todas esas variables incluyendo la sociedad civil”, y también “buscar la reformulación de  regulaciones, porque es una industria nueva”, acotando de paso que la industria del salmón – de la que Jordán formó parte en sus inicios – también partió así, “y la respuesta es una sola: sí se puede”.
Foto grupal: Enzo Acuña, Director Departamento Biología Marina; Alfonso Silva, Decano de Ciencias del Mar y Director del proyecto;  Gonzalo Jordán,  Director de FONDEF; y Jaime Meruane, Vicerrector de Sede.

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