Si bien no son un alto número de casos, son un segmento de la población altamente vulnerable. “Con este tipo de infecciones, un niño con cardiopatías tiene altas posibilidades de ser conectado a ventilación mecánica, terminar hospitalizado, sobreinfectarse y fallecer”, explica el Dr. Luis Cárdenas, Pediatra Cardiólogo del Hospital Luis Calvo Mackenna.
Después de la lluvia viene el frío y con él la posibilidad de ver un nuevo aumento en la prevalencia de enfermedades respiratorias que las últimas semanas han llegado a su nivel más alto.
Según el último informe del ISP, el Virus Respiratorio Sincicial (VRS) sigue siendo el de mayor presencia en los casos positivos a este tipo de infecciones, con 79,1% de los casos. El grupo más afectado es el de menores de un año. Luego se presentan casos de Influenza A (9,1%), Parainfluenza (5,5%), Adenovirus (3,1%), Metapneumovirus (2%) e Influenza B (1,2%).
El VRS es una infección que afecta a la mayoría de los niños, pero en algunos casos su agresividad puede ser mucho mayor y llegar a provocar la muerte debido a la condición más vulnerable del menor. En este segmento se encuentran los bebés nacidos con una cardiopatía y, especialmente, un centenar de menores que padecen las cardiopatías más graves.
“Con este tipo de infecciones, un niño con cardiopatías tiene altas posibilidades de ser conectado a ventilación mecánica, terminar hospitalizado, sobreinfectarse y fallecer. Son pacientes más vulnerables porque tienen una serie de condiciones que se juntan. De por sí pueden tener un sistema de defensa que está más bajo por diversos motivos. En segundo lugar, mucho de estos pacientes presentan un flujo de sangre hacia los pulmones que no está controlado, que no está bien equilibrado; no es igual que cualquiera de nosotros, hay un exceso de sangre a los pulmones por algún motivo y eso hace que estos pacientes tengan sus pulmones permanentemente con un exceso de humedad, por decirlo en términos simples”, explica el Dr. Luis Cárdenas, Pediatra Cardiólogo del Hospital Luis Calvo Mackenna.
El último reporte del Instituto de Salud Pública da cuenta de la semana del 26 de julio al 1 de agosto, por lo que la próxima semana podrían constatarse los efectos del temporal en la circulación de virus respiratorios.
Santiago continúa liderando la presencia de VRS (196), seguido por Concepción (49), Temuco (38), Rancagua (28) y Viña del Mar (28).
Se estima que el 1% de los niños que nacen al año tienen alguna cardiopatía congénita. Anualmente, se operan cerca de mil pequeños por esta condición, de ellos cerca de 10% está en la condición más delicada y de extrema vulnerabilidad.
“Son cerca de cien pacientes al año que corresponden al grupo de cirugía de más alto riesgo, de más alta morbi-mortalidad y de más alto costo para poder tratarlos. Las infecciones que puedan tener estos pacientes antes de operarse, en la espera de la cirugía, no son menores y aumentan mucho el tiempo de espera para cirugía, la morbilidad de pre-cirugía, las complicaciones post-quirúrgicas, etc.”, agrega el especialista.
“Existen formas de prevenir las infecciones en estos pacientes tan vulnerables. Medidas generales como mantenerlos lejos de las fuentes de infección (adultos u otros niños sintomáticos, salas cuna etc. en periodos de alta tasa de infección, especialmente en período perioperatorio) lavado de manos frecuente de los cuidadores del bebé, uso de mascarilla en caso de síntomas respiratorios de los padres. A esto se puede agregar la prevención por medio de la administración de anticuerpos, para casos seleccionados, hoy disponible, mediante un programa gubernamental, para los bebés prematuros que cumplen ciertos criterios de inclusión, pero no para los portadores de cardiopatías congénitas”, destaca el Dr. Cárdenas.
En términos globales, se estima que entre 25 y 40% de los niños desarrollan una infección severa por VRS, pudiendo derivar en complicaciones más graves. Las estadísticas globales muestran que 1 de cada 10 casos debe tratarse en un hospital.
En pacientes con enfermedades de base, tales como Displasia Broncopulmonar (DBP) o enfermedad pulmonar crónica del prematuro, cardiopatías congénitas y prematurez, la bronquiolitis o neumonía por VRS puede transformarse rápidamente en una enfermedad severa y requerir hospitalizaciones prolongadas o provocar la muerte.