Hasta el Juzgado de Garantía de La Serena llegó el director regional de Gendarmería, coronel Francisco Alarcón Aravena, en compañía de su equipo jurídico y tres uniformados. En un procedimiento inédito para la región, la autoridad presentó cuatro querellas conjuntas, por agresiones y amenazas a funcionarios de la Institución, en el ejercicio de sus funciones.
“Con esta medida, queremos decir que Gendarmería de Chile siempre apoyará a los funcionarios que, de una u otra manera, vean vulnerados sus derechos durante el ejercicio de sus labores. La preocupación por nuestro personal, en este caso uniformado, es un pilar fundamental dentro de la gestión de mando, y especialmente para el Director Nacional, quien instruyó que debemos judicializar todas las agresiones y amenazas que reciban los funcionarios durante el desempeño de sus funciones, ya sean realizadas por internos, o por parte de los ciudadanos que asisten a las visitas. Eso es justamente, lo que estamos haciendo”, aseguró el coronel Alarcón tras presentar las querellas.
De las cuatro acciones presentadas, una corresponde a amenazas, y las otras tres a agresiones, una de ellas, considerada como grave.
“Estas querellas piden el máximo de la pena establecida para este tipo de delitos, en atención a que existen agravantes en los hechos por tratarse de funcionarios públicos que se desempeñaban en el resguardo de las unidades penales respectivas, y además, siendo cometidos por personas que se encuentran privadas de libertad. Debido a todo este contexto, en el caso más complejo, hemos pedido para uno de los imputados hasta 10 años, considerando que se trató de una lesión definida por el código penal, como grave, por lo cual aumenta la pena respecto a esa agresión”, explicó la abogada de Gendarmería, Jessica Vargas.