El pasado sábado 29 de agosto se desarrolló en Vicuña una nueva Asamblea Ordinaria de Regantes, en la que los agricultores de la cuenca de Elqui definieron la dotación de agua a repartir por acción para la temporada 2015-2016 que inicia. Esta asamblea se desarrolló en un escenario especial, pues luego de muchos años la cordillera ha recibido en lo que va del año un acumulado de 2,6 metros de nieve.
Pero más allá de la nieve acumulada, la región de Coquimbo y la cuenca del Elqui se mantienen bajo déficit hídrico, por lo que el directorio de la Junta de Vigilancia del Río Elqui (JVRE) propuso mantener un desmarque del 20% -similar a la temporada que termina-, presentando así una propuesta responsable en busca de seguir haciendo agricultura en el valle del Elqui.
La Presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, Mariela Arqueros Vargas, destacó lo positiva y concurrida de esta cita, detallando que “tenemos 2.66m acumulados de nieve, pero hay que dejar que las cosas pasen. Vamos a tener una nueva reunión a fines de octubre para evaluar la temporada y con eso ya vamos a quedar más tranquilos para algunos que querían más desmarque. Se decidió por mantener un 20% de desmarque como nosotros habíamos visto, para lo que se hizo muchos estudios de años anteriores sobre el comportamiento de nuestra cordillera y del río”.
Entre los argumentos técnicos proporcionados para tomar esta decisión se mencionó el estado de embalses, detallando que mientras en agosto del año pasado el volumen total de agua acumulado entre los embalses La Laguna y Puclaro era de 48.880.679m3, esta temporada 2015-2016 parte con 46.026.197m3, es decir, esta temporada inicia con casi tres millones de metros cúbicos menos que la temporada pasada. Además, según información proporcionada por Ceaza, hasta un 80% de la nieve acumulada en cordillera se pierde por sublimación.
El Director de la JVRE, Gabriel Varela, enfatizó en que “la propuesta del 20% como una medida inicial es lo más razonable”, considerando que aún no se sabe cómo se comportará el río de aquí a fines de octubre respecto de los deshielos.
Detalló además que los requerimientos hídricos varían según la sección del valle y tipo de cultivo, puntualizando que “objetivamente puedo decir que yo el año pasado pude sacar el cultivo adelante con un 20% haciendo movimientos de volumen en los meses críticos, dependiendo del cultivo que tenga a cargo, que en este caso es uva de mesa, siendo noviembre, diciembre y enero los meses más complicados”.
Previo a la votación se revisó la paulatina caída en los niveles de nieve entre 1992 y 2014. Se explicitó que desde 1992 no se ha registrado dos años consecutivos con buena precipitación de agua, mientras que los expertos han demostrado que una cuenca, luego de tantos años de déficit, necesita por lo menos dos o tres años por sobre lo normal para recuperarse.
El reconocido Fruticultor de la primera sección del río Elqui, Eugenio Munizaga, fue uno de los presidentes de canal que apoyó enérgicamente la propuesta del directorio, pues “nuestra cuenca es extremadamente frágil, tenemos que tener siempre presente que estamos viviendo en una zona semi desértica con una característica que año a año acentúa este fenómeno, de tal modo que no podemos, por el hecho de que tuvimos un invierno benévolo, tratar de usar toda el agua disponible en una sola temporada”.
Asamblea con sustento técnico
Llamó la atención de los asistentes a la asamblea el nivel de detalle presentado durante la reunión, en la que se revisaron gráficos, imágenes satelitales, cifras históricas y modelaciones. Al respecto, el gerente de la JVRE, Dagoberto Bettancourt Madrid, señaló que “desde el punto de vista técnico estamos muy satisfechos con lo que ha pasado hoy día”.
Destacó los aportes realizados por proyectos desarrollados por entidades como la Universidad de la Serena y Ceaza, detallando que “estamos dando cuenta de una excelente práctica y la tremenda oportunidad de incorporar conocimiento a la gestión del recurso hídrico, que es muy necesario en estas condiciones y, sin duda, esto está demostrando el inicio de un proceso de madurez de la junta de vigilancia a ese respecto”.
Uno de los datos que llamó más atención fue el de la cantidad de nieve acumulada en cordillera que se pierde por sublimación, es decir, que pasa de sólido a gaseoso sin poder aprovecharse como agua producto de deshielos. Al respecto, Bettancourt señaló que “2:09 fue gravitante la presentación que hace tres semanas nos hizo CEAZA y la glacióloga Shelley MacDonell respecto a un proyecto que intenta mitigar este efecto de sublimación. Esperamos muy ansiosos su evolución, en que podremos hacer la evaluación técnica de lo que significa la sublimación en ciertos sectores de la cuenca y llevar eso a un trabajo quizás de mayor aliento que permita mitigar este tremendo efecto negativo que nuestra condición de temperatura en Cordillera, viento y humedad provoca que mucha de nuestra nieve se vaya y no sea un aporte al caudal”.
