El 16 de septiembre de 2015 una vez más fuimos testigos de la fuerza de la naturaleza…siendo protagonistas de un terremoto magnitud 8.4 seguido por un devastador tsunami que afectó a nuestra Región de Coquimbo. Los daños materiales y principalmente emocionales fueron terribles… Ahora que los días han pasado se ha podido dimensionar la magnitud de este evento.
Nuestra ciudad se caracteriza por resguardar nuestro patrimonio, siendo un gran atractivo para todos aquellos que nos visitan. Pero es aquí donde me quiero detener. El valle de Elqui posee una gran cantidad de iglesias y capillas, todas ellas de gran interés histórico. Pero dicho interés no se ve reflejado en el resguardo y restauración de estos tesoros.
Pongo como ejemplo la iglesia de Altovalsol, que data desde el año 1860 y que entre sus deterioradas paredes de adobe, guarda un valioso pasado. Dicha capilla ya había quedado con importantes daños desde el terremoto del año 1997. Pero el último evento sísmico término por dañarla gravemente…..es por eso que pido a quienes compete realizar las gestiones necesarias para salvar nuestra querida capilla… la que irónicamente está incluida en el tour de las iglesias del valle. Es muy triste observar lo que podría llamarse crónica de una muerte anunciada….esperando ver como nuestra iglesia se cae a pedazos.
Los habitantes de Altovalsol ya no podemos disfrutar de ella como antes. Ya ni siquiera podemos despedir a nuestros seres queridos en este sagrado lugar pues lo daños pos terremoto fueron gravísimos….esperamos que las autoridades o la gente encargada de resguardar estos patrimonios puedan salvar nuestra querida capilla… Queremos que el día de mañana nuestros hijos también puedan disfrutar de ella… Ya es hora de que valoremos nuestro patrimonio. La riqueza patrimonial no sólo está en los grandes monumentos, también existe en estas humildes capillas que son el tesoro de nuestros pueblos del Valle de Elqui.
Por: Nelly Robledo Ramírez, Técnico en Turismo del Instituto Santo Tomas.