En el marco del Programa de Innovación Territorial (PIT) Nuestro Pisco, la consultora Agraria está en la etapa final de elaboración de propuestas para una futura política de apoyo aplicable a los productores de uva pisquera, destinadas a incrementar su competitividad considerando sus diferencias de tamaño, nivel tecnológico y condición socioeconómica.
Este trabajo es fruto del estudio “Caracterización Productiva y Socioeconómica de la Agricultura Pisquera”, uno de los ocho instrumentos de trabajo comprendidos en dicho programa, el cual es ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y cuenta con financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
Durante la actual semana, dichas propuestas fueron presentadas ante el Gabinete Agrícola de la Región de Coquimbo, formado por los titulares de la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura y los servicios dependientes de ese ministerio, y analizadas en el Comité de Innovación Productiva del PIT Nuestro Pisco, conformado por representantes de empresas pisqueras y servicios públicos que colaboran en el programa.
El estudio de caracterización, pretende entregar una visión acabada de los productores de uva pisquera establecidos en las regiones de Atacama y Coquimbo, identificando sus heterogeneidades, características socioeconómicas y diferencias territoriales, de tamaño y de nivel tecnológico. Todo ello para la formulación de políticas destinadas a mejorar la contribución de la base productiva a la competitividad del sector, inspirado en un escenario futuro de internacionalización del pisco chileno, principal meta de mediano y largo plazo de esta agroindustria, la que supone asumir los desafíos que el mercado internacional impone para todos los participantes de esta cadena productiva.
Como explica Paula Torres, directora del PIT Nuestro Pisco, “este estudio llega hasta el diseño de una política diferenciada para los agricultores pisqueros”, cuya posterior implementación debiera lograrse a través de un esfuerzo conjunto de los sectores público y privado. “De ahí nuestro interés en mostrar este trabajo, para recoger opiniones en cuanto a la factibilidad de implementar estas políticas”, señaló la ejecutiva, agregando que “la idea es abordar a todos los agricultores pisqueros, independientemente de su tamaño productivo, con miras a lograr una mejora no sólo productiva, sino también desde del punto de vista socioeconómico y de calidad de vida”.
El secretario regional ministerial de Agricultura, Marcelo Chacana, manifestó al respecto que “el programa Nuestro Pisco se enmarca en la estrategia que nuestro gobierno tiene para apoyar el sector pisquero, que incluye también al programa PiscoSpirits y un proyecto de marcas sectoriales”, este último destinado a presentar en el extranjero la imagen de Chile a través de nuestro pisco.
En relación al PIT Nuestro Pisco, el personero declaró que “este proyecto de innovación cumplirá con mejorar la plataforma para la competitividad del rubro. Me alegra la responsabilidad y el protagonismo que está tomando la industria en este proceso, de manera que el sector trabaje de un modo complementario con el gobierno, preocupándose de los cooperados que están en condiciones más complicadas hoy”.
Por su parte, la profesional de FIA, Loreto Burgos, señaló que la información entregada en este proceso “constituye una base sólida y actualizada de datos que sirven para construir una política de intervención para los distintos segmentos de productores de uva pisquera. Este es el primer paso, falta ahora establecer propuestas definitivas y establecer compromisos, que confiamos en que sean implementadas exitosamente”.
Ya con todos los aportes recogidos en estas reuniones, los programas que serán propuestos para implementar esta política serán discutidas nuevamente en el Comité de Innovación Productiva del PIT Nuestro Pisco el viernes 8 de octubre, en las oficinas de INIA Intihuasi.
Una vez logrados los acuerdos necesarios, la propuesta final será derivada a la Asociación Gremial de Productores de Pisco, para su validación final.
Fuente: Pablo Portilla.
