La oferta de sabores de helados se ha incrementado notablemente en el último tiempo. Si bien el tradicional sabor a chocolate o frutilla siguen reinando, han aparecido otros interesantes como el chocolate bitter o frutos del bosque. Pero, ¿sabía que algunos sabores engordan más que otros?
Lamentablemente sí. Según la investigación “El lado más oscuro del helado” de la Fundación Inteligencia en el Tratamiento de la Obesidad y la Diabetes (DAAT), tomando en cuenta una porción de 150 gramos (un vaso mediano de heladería), los sabores que más aportan calorías son el helado granizado de crema americana (629), chocolate con cookies (516), Tiramisú (509), Chocolate con praliné y caramelo (508), Chocolate con chips (498), Chocolate a la suiza (494), Almendrado (492) y Frutos del bosque (489), entre otros. En tanto, los sabores que menos calorías aportan serían Frutilla al agua (202) y Limón al agua (201).
“Los sabores que se preparan con crema, como el de chocolate, bocado, lúcuma y mora crema, además de los helados que incluyen caramelo u otro tipo de salsas dulces, son extremadamente calóricos. Por el contrario, los helados de agua no aportan grasas, por lo que tienen menos calorías”, apunta la docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Stefanie Chalmers.
Si su tentación son los sabores de frutos secos y cree que por ser fruta aporta menos calorías, está equivocado. “Si la bolita de helado de crema tiene frutos secos, como el sabor de pasas al ron, pistacho o avellanas, debemos sumar unas 50 calorías más”, dice la nutricionista.
Para evitar la gran ingesta calórica que supone el helado de crema, se recomienda optar por los basados en frutas naturales. “Es posible que un helado elaborado a base de fruta y endulzantes no entregue calorías, pero es muy poco común encontrarlos. Usualmente estos tipos de helados agregan azúcar y colorante, tanto como sea necesario para generar un sabor adictivo. Un helado de fruta no debería aportar más de 65 calorías, considerando que una fruta tiene esa cifra sin preservantes ni colorantes”, explica la profesional.
Por eso, a la hora de escoger un helado debe fijarse en la base, los ingredientes y la preparación. “El helado es un alimento que puede ser muy nutritivo si se prepara con dicha intención, pero también puede ser muy tóxico si se descuida la elección de sus ingredientes y el volumen de ingesta. Se puede aprovechar la ocasión para ofrecer a la familia una gran variedad de frutas y lácteos de buena calidad. Sea cuidadoso en ese aspecto, ya que es importante que los niños no crezcan familiarizados con los helados extra dulces y adornados con diferentes formas y colores de azúcar”, finaliza la docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Stefanie Chalmers.