La alegría y risas llenaron el ambiente en la sencilla pero significativa Fiesta de Navidad realizada en el campamento gitano ubicado al costado del puente Zorrilla, organizada por la OPD de Las Compañías del municipio, hasta donde llegó el alcalde Roberto Jacob a compartir con las familias.
Sillas musicales, pintacaritas, show de títeres, juegos, premios, bailes y por supuesto, la presencia del Viejo Pascuero que llevó regalos a cada uno de los niños, fueron parte de esta hermosa iniciativa en la que participaron, además, funcionarios de la Corporación Municipal “Gabriel González Videla” y de SENDA Previene, quienes deleitaron a todos los pequeños con una serie de actividades.
“Son niños y nosotros no discriminamos. Son niños alegres, con sus propias costumbres y los integramos desde el principio y nos preocupamos de su bienestar. Traerles juegos, regalos, golosinas, los hace muy felices y se sienten tomados en cuenta y hemos tratado de crear conciencia que son personas igual que los demás. Son parte de nuestra ciudad y también tenemos que preocuparnos de ellos”, destacó el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, quien recibió como regalo una cordial invitación a tomar un té en una de las charas.
Isaac Delgado Nicolich, 7 años, junto a su amigo David, de la misma edad, disfrutaron de la visita y de la sorpresa que les dieron. “Me gustó el Viejito Pascuero, los juegos. También tenemos un árbol de Pascua”, dijo el primero de ellos. “Yo lo he pasado muy bien. Se acerca la Navidad y el año Nuevo y me van a inscribir en otra escuelita. Estoy muy feliz que puedan venir ustedes”, expresó por su parte David, quien descansaba un momento sentado sobre una vieja lavadora.
Por ello, ver la sonrisa en las caras de los chicos dejó más que satisfechos a los organizadores, tal como lo ratificó Carolina Contreras, coordinadora OPD Las Compañías. “Fue un cierre de las actividades que hemos hecho todo el año en conjunto con el Senda Previene en el campamento, fomentando las competencias parentales como un rol protector dentro de las problemáticas que hay acá. Como OPD instalamos una mesa de Protección de Infancia y preparamos estas actividades recreativas para los niños. Para la mayoría sólo son los “niños gitanos”, pero nos olvidamos que ellos tienen un nombre y, por eso es importante darles un lugar dentro de la sociedad en pos de la interculturalidad”, indicó.
Uno de los que no olvidará esta Navidad, es nada menos que el propio Viejo Pascuero, quien llegó hasta el campamento desatando la alegría y la magia en los niños que se alborotaron a su alrededor. “Lo hago con mucho amor, me nace. Estar acá es una gran experiencia, porque nunca había compartido con ellos. Son revoltosos igual que todo niño pero son personas. Estoy muy contento de haber venido”.
Naty Jauregui, una de las gitanas y madre de uno de los pequeños que disfrutaba la actividad, agradeció el gesto. “Es algo muy bonito, muy bueno para los niños. Lo que hacen es muy lindo. Nosotros celebramos la Navidad igual con regalos y el arbolito, pero este es un regalo muy especial porque se preocupan de los niños gitanos que son muy discriminados. Los veo muy contentos y le agradezco a la municipalidad y a todos la preocupación”, dijo.
La jornada, sirvió además, como un premio al esfuerzo de quienes fueron regularmente a clases en la escuelita Gitana, iniciativa pionera en el país impulsada por el municipio en conjunto con la Iglesia Adventista, cuyo pastor, David Victoriano, se siente orgulloso por los logros obtenidos. “Es una bendición después de un año de haber estado trabajando con ellos con ayuda del alcalde y de la OPD y de todos los departamentos que se han sumado. Esto es como un premio a los niños por su asistencia al colegio, donde han adquirido un respeto por el conocimiento. Hay chicos que han logrado pasar hasta octavo básico. El mayor beneficio es que después estos mismos niños van a tener hijos y tendrán mayor entusiasmo por mandar a sus hijos al colegio. Estamos sembrando para el futuro”, destacó.
