Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) pueden ser variadas y tienen su origen principalmente en virus, bacterias o parásitos, los que se transmiten por tener contacto sexual (de cualquier tipo) con una pareja, o bien, puede ocurrir un contagio a través de sangre contaminada.
Los ejemplos de ITS más comunes son la gonorrea, sífilis, chlamydia, Herpes Genital, VIH, Condiloma o Virus del Papiloma Humano (origen del Cáncer de Cuello Uterino), Virus de las Hepatitis C y B, Tricomoniasis.
Si bien existen a nivel mundial numerosas campañas de educación y sensibilización respecto a este grave problema de salud pública, aún hay muchos mitos que rodean a las Infecciones de Transmisión Sexual. Por ello, la académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte, Muriel Ramírez, derribó algunos de ellos, entregando a la comunidad información clave a la hora de prevenir su contagio.
Derribemos los mitos sobre las ITS:
MITO: Sólo las personas promiscuas o los homosexuales contraen ETS.
REALIDAD: Cualquier persona sexualmente activa se considera en riesgo de contraer ITS.
MITO: Si tu pareja tiene una ETS, lo notarás fácilmente.
REALIDAD: Hay enfermedades, como la sífilis, que en los hombres se presenta con una úlcera no dolorosa en el pene, o los herpes genitales, en que se pueden ver las vesículas en la piel o mucosas del área genital (en hombres o mujeres). Sin embargo, muchas ITS no presentan síntomas fácilmente reconocibles. Por ejemplo, la gonorrea o la sífilis en las mujeres no siempre produce secreciones y el VIH no tiene manifestaciones sino hasta cuando está en etapas avanzadas, que es cuando toma el nombre de SIDA o Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida. Por eso, es importante que aunque la otra persona “se ve sana” se debe usar protección durante la relación, es decir, condón.
MITOS: 1) Se pueden evitar las ETS si sólo se tiene sexo anal u oral. 2) Es imposible contagiarse sólo a través de un beso.
REALIDAD: Las ITS se transmiten por tener contacto con las secreciones sexuales femeninas y/o el semen contaminados, por lo que cualquier tipo de relación sexual es de riesgo. Existen, por ejemplo, casos de herpes o condilomas bucales, por lo que cualquier ITS se transmite por el sexo anal. De ahí la importancia de prevenir con el uso de métodos de barrera como los condones, en toda relación sexual, incluida la oral.
MITO: Si ya tuviste una ETS no puedes contraerla por segunda vez
REALIDAD: Muchas de las ITS pueden curarse con tratamiento adecuado pero ello no te previene de contraerlas de nuevo. Hay ITS como el VIH y el virus Herpes que duran para toda la vida. Las demás ITS pueden contagiarse cada vez que se tenga contacto sexual con un(a) portador(a) de la enfermedad.
MITO: Si el contacto entre genitales dura sólo unos segundos no hay riesgo de contagio
REALIDAD: Un mínimo contacto con una persona infectada es suficiente para provocar una carga de agentes microbianos que pueden generar la enfermedad en el receptor.
MITO: Todas las ETS se curan a través de medicamento o tratamientos tópicos
REALIDAD: Los tratamientos tópicos (cremas) no son suficientes para tratar una ITS. Normalmente hay que tomar antibióticos o antivirales para poder sanar. Hay otras formas de tratamientos como la crioterapia, que se usan por ejemplo para los condilomas u otros de origen viral.
MITO: Los objetos punzocortantes no pueden portar ningún virus porque éste se muere al quedar expuesto en el ambiente
REALIDAD: Esto es totalmente falso. Mientras exista secreción o sangre en elementos inertes contaminados será posible que virus o bacterias estén presentes y capaces de producir enfermedad. De hecho, una de las principales vías de contagio del VIH y de la Hepatitis B ó C en Europa y EEUU es por agujas contaminadas en los usuarios de drogas endovenosas. También hay un riesgo cuando ocurre ese tipo de accidentes en personal de salud.
MITO: La clamidia y la gonorrea son enfermedades simples que se curan solas.
REALIDAD: Ambos tipos de ITS son causados por bacterias y su tratamiento es en base a antibióticos. Ninguna de ellas se cura sola.
MITO: Los herpes sólo se transmiten cuando aparece la erupción.
REALIDAD: El virus del herpes puede quedar latente (vivo, pero dormido) en las células. Ello hace que sea transmitido aunque no haya presencia de las vesículas que lo caracterizan.
MITO: Si te realizas los exámenes y no tienes una ETS, tu pareja no necesita realizárselos.
REALIDAD: Es muy recomendable que al diagnosticar una ITS en una persona, se contacte a la(s) pareja(s) sexual(es) para verificar si tienen o no la enfermedad. El diagnóstico en ese caso es necesario para darles tratamiento y evitar que la enfermedad siga propagándose entra las demás parejas. En el caso del VIH es importante realizarse el examen, dado que el tratamiento precoz evita la progresión de la enfermedad hacia SIDA y debe ser de por vida.