Con el objetivo de optimizar el servicio que ofrecen los taxis básicos y hacer frente a las denuncias por taxímetros adulterados que se reciben a lo largo de todo el país, el Ministerio de Transportes adquirió “Pulsómetros”, equipos capaces que verificar si un taxímetro se encuentra o no adulterado.
Se trata del Generador de Pulsos Eléctricos para la fiscalización de taxímetros, equipo que opera enviando una cantidad elevada de pulsos al taxímetro en un bajo rango de tiempo, para verificar si está o no acondicionado con una programación distinta a la indicada por la norma. Este equipamiento facilita la identificación de este tipo de hechos, que en una simple fiscalización es difícil de acreditar.
“El taxi es un medio de transporte en el que se mueven miles de personas y cuya calidad de servicio queremos seguir mejorando y por lo mismo, como ministerio, adquirimos estos Pulsómetros para que los inspectores fiscalicen el correcto funcionamiento de los taxímetros y la gente sepa que lo que se cobra es lo justo. Hasta el momento, durante esta mañana hemos detectado un taxímetro adulterado, que estaba cobrando aproximadamente $150 más por tramo, por cada 200 metros”, indicó el Seremi de Transportes y Telecomunicaciones, Oscar Pereira, quien presentó el dispositivo en la primera fiscalización de este tipo que se realiza en la región.
La autoridad regional de transportes agregó que este tipo de equipos permitirá dar una respuesta “a aquellos casos que hemos conocido de personas que han sido víctimas de cobros abusivos por culpa de un grupo reducido de taxistas, y a su vez, sancionar a los que incurren en estas prácticas. Si fiscalizamos al transporte ilegal, también debemos controlar al transporte público legalmente inscrito, siempre con el fin de optimizar el servicio que se le entrega al usuario”.
La normativa vigente señala que un taxímetro en buenas condiciones detendrá su operación y no continuaría con la contabilización de metros y tarifa, además de generar una alarma sonora, en caso que se enfrente a una intervención anormal como en este caso la generación de pulsos, mientras que uno que está acondicionado seguirá operando al ser conectado al Pulsómetro.
“Lo que hace este instrumento es provocar este efecto para verificar si el taxímetro está acondicionado, lo que muchas veces se realiza para cobrar tarifas excesivas a los pasajeros. Hasta ahora esta detección era compleja por parte de los inspectores pero ahora con estos equipos de va a facilitar”, señaló Mario Muñoz, encargado de la Unidad de Fiscalización de la Seremi de Transportes.
El parque de taxis básicos en la región de Coquimbo llega a los 600 taxis básicos y 200 taxis ejecutivos. Durante la primera fiscalización realizada con el Pulsómetro en las afueras del Terminal de buses de La Serena, se efectuaron 20 controles a taxis básicos y ejecutivos, detectándose un taxímetro adulterado.
El portar un taxímetro adulterado o acondicionado es considerado una infracción grave de acuerdo a la normativa vigente que tiene asignada una multa que puede ir entre 1 y 1,5 UTM, es decir llegar hasta los 70 mil pesos. La normativa también señala que los reincidentes de infracciones gravísimas o graves, cometidas en últimos 3 a 2 años respectivamente, se les impondrá el doble de la multa para cada infracción, la que se elevará al triple en caso de incurrir nuevamente en esa conducta. Esto, sin perjuicio de suspensiones o cancelaciones de licencia.