Una alimentación sana es clave para evitar algunas enfermedades como la diabetes, el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Si bien contamos con una amplia variedad de productos en el mercado, es relevante saber cuáles tienen un impacto positivo en nuestro organismo.
El Dr. Aníbal Donoso, diabetólogo y nutriólogo de Clínica Universidad de los Andes e integrante del Programa Vive más Sano, de Obesidad y Diabetes, sostiene que “debemos optar por alimentos que nos hagan sentir bien y tener una mejor salud. Por ejemplo, el consumo de alimentos ricos en calcio, tales como los lácteos, nos permite tener huesos sanos y fuertes. La fibra también juega un papel preponderante, ya que regula el tránsito intestinal y disminuye la absorción de azúcar. Este componente se puede encontrar en legumbres, nueces, semillas, frutas y verduras de hoja verde.
El especialista señala que otros elementos importantes de la dieta son electrólitos y oligoelementos, donde se destaca el magnesio, que participa en el metabolismo energético del cuerpo, y lo podemos consumir en frutos secos, verduras y pescados.
Otro componente que no debemos olvidar es el Omega 3, un aceite esencial para proteger nuestro bienestar cardiovascular, y combatir enfermedades autoinmunes como la artritis. Además, tiene un efecto anti inflamatorio y ayuda a prevenir el deterioro cognitivo. Se encuentra principalmente en pescados como salmón, jurel y caballa.
Las vitaminas también se suman a esta lista de nutrientes. La A, C y E son vitales para nuestra salud. La primera fortalece nuestro sistema inmunológico y está presente en vegetales verdes. La segunda es antioxidante y la podemos consumir en frutas cítricas como la naranja y el pomelo. La vitamina E tiene un potente efecto anti oxidante y se puede consumir en frutos secos, cereales y aceites vegetales.
El Dr. Donoso explica que “es importante mantener un equilibrio y alimentarnos con lo que nuestro cuerpo necesita realmente. Las carnes magras, pescados, legumbres y verduras son parte importante de nuestra dieta. No debemos olvidar consumir líquidos y moderar el consumo de sal, ya que una ingesta responsable nos permite disminuir la presión arterial, y evitar enfermedades cardiovasculares”, finaliza.