Respondiendo a la realidad hídrica regional, durante la última sesión de la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA) de la región de Coquimbo, la mesa encabezada por el Intendente Claudio Ibáñez aprobó un proyecto presentado por la empresa agrícola Afruva S.A. para regularizar un tranque de almacenamiento de agua ya existente y construir un segundo tranque en el sector de Ramadillas, comuna de Combarbalá.
Con una inversión de US$ 609 mil dólares, la empresa rehabilitará el tranque Huasco 1, con una capacidad para almacenar 52.367 metros cúbicos (m3) de agua y construirá el Huasco 2 para almacenar 367.128 m3 de agua, ambos abastecidos por el Río Combarbalá. El objetivo es asegurar el abastecimiento hídrico para recuperar la productividad perdida durante la sequía y mantenerla en el tiempo.
El Intendente Claudio Ibáñez señaló que “se trata de un predio de 1.180 hectáreas, mientras que el proyecto se desarrollará en 6,5 de ellas, es decir, un 0,5% aproximadamente del predio. Con esta aprobación ellos podrán desarrollar un número importante de hectáreas productivas en una comuna que ha sido el centro de la sequía por tantos años y que tiene una escasez hídrica significativa, por lo que hemos estado construyendo durante los últimos años el embalse Valle Hermoso”.
La autoridad regional agregó que a través de estos tranques Huasco 1 y Huasco 2 la empresa Afruva podrá generar empleos en el sector agrícola, destacando además la presentación de esta iniciativa al Sistema de Evaluación Ambiental, que durante los últimos meses había recibido, principalmente, iniciativas del sector minero, inmobiliario o de energías renovables no convencionales.
Por su parte, el representante de la empresa Afruva S.A., Giancarlo Gandolini, detalló que “el Fundo Ramadillas es un predio de más de mil hectáreas, hoy nosotros tenemos 40 hectáreas plantadas, pero antes de la sequía ese predio tenía 100 hectáreas. Cuando vino la sequía tuvimos que perder 60 hectáreas, es decir, el 60% de lo plantado, y hoy estamos en este plan de invertir en estos dos embalses para recuperar las hectáreas que teníamos. Somos una familia dedicada hace más de 20 años a la agricultura y es fundamental recuperar el campo, hoy tenemos un campo grande, pero con esto podríamos llegar a 120 hectáreas plantadas”.
Junto con la productividad perdida, la empresa a punta a recuperar el empleo que debió desvincular durante el período de mayor escasez hídrica, pues en el punto más alto de productividad mantenían 25 trabajadores en el campo, mientras que hoy sólo cuentan con 10 colaboradores en terreno.
