Una de las grandes dificultades que hoy presenta la industria del cultivo de peces, especialmente del salmón, es el uso intensivo de antibióticos sintéticos para evitar enfermedades como la furunculosis, flavobacteriosis sistémica o vibriosis, lo que disminuye su efectividad y aumenta la resistencia de las mismas bacterias. Esta situación redunda en la calidad del producto, pérdidas económicas y potenciales problemas de contaminación del entorno.
En este marco, una investigación liderada por el Dr. Claudio Álvarez, científico del CEAZA, aisló y caracterizó moléculas, con propiedades antibacterianas, desde la flor de sauco (Sambucus nigra), especie introducida en los bosques del sur de Chile. En pruebas de laboratorio se demostró que estos compuestos pueden inhibir el crecimiento de diferentes patógenos bacterianos de peces.
“El estudio muestra la presencia de cinco diferentes péptidos con características antimicrobianas. Según nuestro estudio, el efecto se relacionaría a la capacidad que tienen estas moléculas de unirse a las membranas bacterianas y posteriormente inducir su desestabilización. Es decir, provocan la ruptura de las bacterias”, señala el Dr. Álvarez.
El investigador explica que un péptido es un compuesto formado por dos o más aminoácidos (componentes básicos de las proteínas). Detalla que la mayoría tiene forma lineal y cuentan dos extremos.
“El tipo de péptido que buscamos es cíclico, es decir, sus extremos están unidos y, debido a su estructura compacta, son resistentes a procesos químicos, altas temperaturas y enzimas digestivas”
Añade que hoy muchos de estos compuestos derivados de péptidos, son drogas que tratan infecciones severas y resistentes en humanos, incluyendo neumonía, endocarditis, entre otras. Además, se utilizan en enfermos alérgicos a la penicilina. “Estas moléculas son catalogadas como los futuros antibióticos para tratar infecciones por bacterias multiresistentes a antibióticos”, asegura.
Comenta que los extractos de plantas, tales como el sauco, podrían ser explorados como una alternativa para enfrentar patógenos bacterianos recurrentes. También advierte que se requieren estudios en cultivo de peces a gran escala para evaluar su efectividad y compararlos con los actuales antibióticos.
“En este proyecto exploramos diferentes familias plantas, enfocándonos en aquellas que se utilizan en medicina mapuche debido a sus propiedades terapéuticas”.
El Dr. Álvarez aclara que, preliminarmente, el antibiótico no debería tener actividad antiviral debido a las diferencias en la composición de las membranas de bacterias y virus. No obstante, plantea que es necesario analizar su actividad antiviral para comprobarla. “De hecho, existen péptidos con actividad dual, es decir antiviral y antibacteriana”.
El científico declara que este estudio se inició como parte de un proyecto Fondecyt de postdoctorado en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, junto a la Dra. Fanny Guzmán. Junto a Álvarez y Guzmán, también aportaron al trabajo los doctores Andrés Barriga (Universidad de Chile), Fernando Albericio (Universidad de Barcelona, España y Universidad de KwaZulu-Natal, Sudáfrica), María Soledad Romero (Universidad Católica del Norte).
Nombre de la publicación:
“Identification of Peptides in Flowers of Sambucus nigra with Antimicrobial Activity against Aquaculture Pathogens”.