El próximo 2 de julio de 2019 será una fecha histórica para la Región de Coquimbo. Durante tres minutos y 36 segundos el día se convertirá en noche.
Se estima que será cerca de un millón de personas de diferentes partes de Chile y el mundo las que llegarán a la zona para disfrutar de este Eclipse Total de Sol.
Se trata de una oportunidad única de observar uno de los fenómenos astronómicos más hermosos de nuestro vecindario estelar.
Pero esta oportunidad también implica riesgos si no se toman las precauciones necesarias a la hora de mirar el Sol durante las fases del Eclipse. Es por ello que los oftalmólogos han hecho un llamado a prevenir las enfermedades de la retina.
“Nosotros como Sociedad de Oftalmología ya hemos dado algunas directrices sobre este tema, creemos que es una oportunidad única que tenemos como país y como Región, llegarán personas de todo el mundo, pero esa observación del Sol la tenemos que hacer con seguridad desde el punto de vista oftalmológico. El Sol si uno lo observa con eclipse o sin eclipse daña la retina, que es la pantalla que nosotros tenemos en el ojo para ver y luego el nervio óptico se comunica con el cerebro y tenemos las imágenes. Esa pantalla la tenemos que cuidar. Mirar el Sol puede producir un daño en la retina, es decir, la retinopatía Sol, que lamentablemente la hemos tenido en nuestro país, sin ir más lejos, en la década del 80 con los avistamientos en Villa Alemana, donde las personas miraban directamente al Sol y lamentablemente me ha tocado ver paciente con ese daño”, indicó Mauricio López Muñiz, presidente de la Sociedad Oftalmológica de Chile.
“Vamos a recibir a miles de personas de todo el mundo y por eso queremos que esto sea una fiesta antes, durante y después”, Mauricio López Muñiz, presidente de la Sociedad Oftalmológica de Chile.
El experto también destacó la importancia de observar con elementos que cuenten con las certificaciones correspondientes. “Nosotros recomendamos observar el eclipse con los elementos adecuados y los niños con supervisión. Existen lentes especiales, que deben cumplir la norma ISO o bien también se puede usar una mascarilla de solar, pero que sea grado 14 o mayor. Todos estos elementos tienen que están en perfecta condición, es decir, si tiene una roturo o están dañados no se pueden usar. Antiguamente se usaban placas de radiografías, o vidrios ahumados, eso está completamente prohibido, eso no protege el ojo y puede provocar daños irreversibles para toda la vida en la salud ocular de nuestros pacientes. Estamos muy contentos de esta actividad, pero tenemos que disfrutarlo con cautela y cuidado”, afirmó.
DAÑOS
El presidente de la Sociedad Oftalmológica aseguró que los daños de mirar el Sol de manera directa no se manifiestan inmediatamente.
“No se debe hacer nunca, pero uno puede mirar al Sol con esfuerzo, va a tener fotofobia, pero no va a tener problemas, pero el daño lo va a tener a mediano y largo plazo. Eso puede ser en meses e incluso años, y ese daño en la retina tiende a ser irreversible, no hay trasplante de retina, no hay injertos de retina, nada de eso y aún las investigaciones al respecto están en pañales. Por eso como todo en la vida y en la salud es importante la prevención y evitar ese riesgo innecesario”.
Aunque los daños son irreparables, pueden tener distintos grados según las personas que los padecen.
“Es muy variable, va a depender de la retina…los pacientes diabéticos, que tengan daño retinal previo son muchos más sensibles, pacientes que hayan tenido tratamientos en la retina de radiación por alguna enfermedad también son retinas más sensibles, pero personas sanas que no hayan tenido problemas en la retina, los daños se pueden comenzar a reflejar seis meses, incluso cinco o 10 años después de la exposición”, afirmó Mauricio López.
Con respecto a de qué manera la retinopatía solar se manifiesta en la visión de una persona, el oftalmólogo indicó que esta dificultad visual “médicamente se llama escotoma y se traduce en que uno puede mirar a una persona de frente, pero al tratar de ver sus detalles en la parte donde está su cara vería una mancha negra, una zona oscura. Lo mismo ocurre al leer, podría ver las letras más periféricas, pero al mirar central vería una mancha negra y por ende no podría realizar el acto de ver o leer. La retina no duele, pero si lo que ocurre es una baja en la cantidad de visión y baja en la calidad de la visión. Lo que ocurre es que la retina se quema”, dijo.
Otro factor que resulta más perjudicial es el tiempo en que una persona mira de manera directa al Sol.
“El daño va directamente relacionado con el tiempo de exposición, mientras mayor sea hay más posibilidades de daño, también hay factores de cada persona, pero evidentemente el tiempo de exposición es el factor más importante”, finalizó.