Hace algunos días, nos golpeó el fallecimiento de Joaquín Adasme Valenzuela, un pequeño de 9 años que era prioridad nacional para un trasplante de hígado y que, debido a complicaciones de su enfermedad, no pudo seguir luchando.
Un inicio de año marcado por el dolor de una familia y por la preocupante baja en los índices de donación de órganos en Chile.
Una realidad nacional de la que no está ajena nuestra región de Coquimbo. Ya que en el 2018, sólo se pudieron realizar dos procuramientos de órganos en el hospital de Coquimbo. Mientras que 8 familias ejercieron su derecho a negarse al proceso de donación.
Como Gobierno estamos abordando esta situación a través de una reforma a la Ley de Donante Universal, una propuesta que busca entre otras materias, hacer más expedito y eficaz el proceso de donación de órganos, eliminando la posibilidad de que un familiar se pueda oponer al proceso, cuando el donante haya manifestado su intención en un formulario.
Una propuesta que se debate en el Congreso y que necesita el apoyo transversal de los parlamentarios, para que sea despachada prontamente y así podamos aumentar nuestro universo de potenciales donantes.
Tenemos la convicción de que lograremos, en el Congreso, los acuerdos necesarios para contar con una ley de donación que nos permita responder la necesidad que hoy existe.
Pues hoy más de 2 mil personas necesitan un trasplante y están esperanzados en que, a través de un gesto tan noble como donar un órgano, recibirán la oportunidad de retomar sus vidas.
Ignacio Pinto Retamal, Seremi de Gobierno