A las cuidadoras se les enseñó técnicas de prevención de caídas, manejo de pacientes con demencia y técnicas de una alimentación segura
Durante los últimos diez años, la población de adultos mayores ha crecido con mucha fuerza en nuestro país. De ahí la importancia de generar política y acciones que vayan en directo beneficios de ellos, considerando que a esa edad se presenta una mayor carga de enfermedad, discapacidad y dependencia.
Ante esta necesidad, el Hospital San Pablo de Coquimbo capacitó a un grupo de voluntarias en técnicas de prevención de caídas, manejo de pacientes con demencia, técnicas de una alimentación segura, entre otros temas.
Se decidió comenzar con este grupo, porque ellas de forma gratuita se dedican al cuidado de aquellos pacientes que fueron dados de alta y que no cuentan con una red apoyo.
“La jornada me permitió aprender nuevos conceptos y prácticas que desconocía para la atención de nuestros adultos mayores. Incluso, aprendí hasta los nombres de equipos que se utilizan para la movilidad de ellos. Sin duda, que esto me entregó una mayor seguridad para la labor que realizo y me demostró que somos necesarias tanto en el hospital como en la comunidad”, señaló Margarita Díaz, voluntariado de las Damas de Café.
En esta oportunidad la capacitación fue liderada por el equipo de profesionales de la Unidad Geriátrica de Agudos (UGA), quienes a través de charlas y talleres les entregaron nuevas herramientas a las voluntarias para el cuidado y trato de los pacientes de la tercera edad.
“Tratamos de desmitificar algunas creencias y enseñar acciones básicas sobre el cuidado, ya que de esta manera ayudamos a disminuir algunos riesgos, como son las caídas, la aspiración por mala alimentación, ulceras por presión (al no movilizarnos), fracturas, etc.”, explicó Pía Ríos, enfermera de la UGA.
Junto con ello, la enfermera jefe de la UGA, Daniela Silva, señaló que es importante ir erradicando algunas malas prácticas que realizan familiares y cuidadores, sin intención, pero por falta de conocimiento.
“La sobreprotección no es buena, porque provoca que la persona pierda su autonomía tanto en el quehacer de sus actividades básicas como en la toma de decisiones. Muchos de ellos, se comienzan a sentir más vulnerables y desanimados, gatillando en algunos casos hasta la depresión”, explicó.
En total fueron 14 las voluntarias quienes participaron en esta jornada de capacitación que busca mejorar la calidad de vida de las personas mayores más vulnerables de la comuna de Coquimbo.
Mario Castillo, jefe de la Unidad de Gestión del Usuario y Participación Social, explica que desde inicios del 2019 se estaba evaluando la forma de potenciar y fortalecer la labor que realiza el voluntariado en el hospital y la comuna. Para ello se generó una alianza con la Unidad Geriátrica de Agudos y con la oficina del Adulto Mayor de la Municipalidad de Coquimbo.
“Le solicitamos a los profesionales de la UGA crear una instancia que permita entregar herramientas prácticas de cuidados básicos, acompañamiento y labores de asistencia simple”, señaló.
De esta forma, los adultos mayores pueden ampliar su red de apoyo, recibir soporte social-afectivo y elementos para tener una mejor calidad de vida.