La crisis social del 18 de octubre y la pandemia del COVID-19, han sido gatilladoras de cambios en nuestro trabajo. Las autoridades chilenas han sugerido que es el momento para que las organizaciones, los hospitales, colegios, universidades y los ciudadanos optemos por el teletrabajo o trabajo remoto. Hasta hace poco, las organizaciones chilenas habían despreciado el teletrabajo, al menos la mayoría de ellas. Sin embargo, un estudio de la consultora multinacional y de tecnología Everis, que analizó el teletrabajo y su impacto en la productividad de empresas durante el estallido social de octubre del 2019, reveló que, en nueve de cada diez empresas, las jefaturas y colaboradores consideran que la productividad se mantuvo durante la implementación del trabajo a distancia.
En este sentido y para facilitar la labor de los trabajadores desde sus casas, y con ello mantener la productividad de las organizaciones, la noche del viernes 13 de marzo de 2020, el gobierno señaló que se le dará urgencia al proyecto de ley de teletrabajo. La iniciativa se encuentra hoy en su segundo trámite legislativo en el Senado. Este proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados en el año 2018, regulando, por ejemplo, casos de accidentes de trabajo, enfermedades profesionales, regulación de a quién pertenecen los medios de trabajo, horas extras, etc. Por otro lado, mientras se redactaba este documento (18-03-2020), la Contraloría General de la República de Chile, dictaminó resolver que los jefes de servicios están facultados para disponer que los funcionarios públicos trabajen a distancia como medida de preocupación ante el Covid-19.
Dentro de las ventajas del teletrabajo, está la de permitir compatibilizar el rol laboral con el familiar, sobre todo durante estas semanas de crisis social y de sensibilidad generalizada por la pandemia del Covid-19, lo que da como resultado a un trabajador más tranquilo, impactando positivamente en su productividad y principalmente protegiendo su salud. Por lo tanto, en tiempos de incertidumbre, la tecnología se transforma en un gran aliado, tanto para empresas grandes, como para pymes y microempresas.
Respecto a algunas de las desventajas del teletrabajo, tenemos que considerar que deben existir buenas condiciones laborales en los hogares, con espacios cómodos y adecuados para concentrarnos en lo que necesitemos. También, si hay distractores, el trabajo puede hacerse más difícil de realizar. Por otro lado, hay que considerar el incremento en las cuentas de gastos como luz, agua y alimentación de nuestros hogares.
Respecto a sus desafíos, el teletrabajo no es siempre viable remotamente. Este es el caso para los trabajos orientados a limpieza, reparación de automóviles, construcción, logística, etc. Estos negocios deben estar preparados para el costo económico que esto va a significar, ya que algunos no sobrevivirán si no están en operación sólo en semanas. Igualmente, hay que considerar que existen pymes y microempresas en Chile que no aún no manejan un lenguaje digital, no tiene la infraestructura tecnológica y tampoco tienen la capacidad económica ni de recursos humanos para adoptar la solución.
Con sus ventajas, y también asumiendo los desafíos a superar, el teletrabajo aparece como un escenario cada vez más presente. Por ello, a futuro será importante que trabajadores y empleadores entiendan y negocien adecuadamente las condiciones en las que se basará trabajar desde un lugar fuera de la oficina.
Por: Carlos Manzano Munizaga, académico de Ingeniería UCN.
