El aumento de la demanda asistencial, desde que se declaró oficialmente una pandemia por Coronavirus Covid-19, está generando una gran sobrecarga física y mental en el personal de salud, que sigue trabajando mientras enfrentan el temor a contraer la infección y contagiar a sus familias. Al desgaste emocional y los extensos turnos, se ha sumado en las últimas semanas la discriminación en su propio entorno.
“Por este motivo, es importante que en medio de la crisis que enfrentan, los equipos tomen ciertas estrategias para evitar la paralización o desmotivación del personal, que es tan fundamental en los hospitales, clínicas, consultorios u hogares de adultos mayores”, sostiene Patricio Reyes, director de la Consultora R-Yes, empresa experta en Cambios Conductuales en las Organizaciones, y que detalla a continuación:
- Resignificar la profesión: Recordar y escribir brevemente las principales razones que les hicieron descubrir su vocación y optar por el trabajo en salud, para tenerlo siempre presente, sobre todo en los momentos difíciles.
- Reconocer el miedo: Es una emoción básica que finalmente nos ayuda a cuidarnos. Mientras más nos cuidemos, más seguros vamos a estar. Lo importante es aceptar la emoción, evitando que nos paralice o nos angustie.
- Fortalecer el trabajo en equipo: En ellos debe primar la asertividad, la comunicación efectiva y la colaboración, evitando que la angustia y el estrés ganen. Promover y propiciar la toma de decisiones en comunidad. De esta manera, los equipos se organizan mejor y se refuerzan los vínculos.
- Ejercer el autocuidado: Además de todas las medidas de protección personal, hay que poner atención a nuestras necesidades. Es decir, estar atento a cuándo fue la última vez que comimos o descansamos.
- Determinar un mantra: Disponer una frase corta o eslogan que motive al equipo a darle sentido y orientación a su trabajo, y que refleje sus valores, misión y visión.
- Vivir el reconocimiento: Celebrar los logros y mantener un buen sentido del humor en los equipos. Detenerse a escuchar las felicitaciones y aplausos para llenarse de energía.
- Promover vínculos: Especialmente con los pacientes que se encuentran en tratamiento en soledad, entregando una palabra o un gesto de cariño. Que los pacientes puedan comunicarse con las familias, coordinando al equipo para informar por medio de llamados, WhatsApp, entre otros.
- Buscar apoyo emocional: Principalmente, en las personas que más queremos o en compañeros de trabajo que sean cercanos.
- Preocuparse de la distracción personal: En los momentos de descanso, tratar de realizar cosas que nos gustan, evitando pensar en el trabajo o sobreexponerse a las noticias.
- Hacer una reinterpretación positiva: Pensar en qué es lo positivo que se puede sacar de esta crisis, qué aprendizajes nos ha dejado, cuáles son los logros alcanzados. Este ejercicio ayuda a desarrollar la resiliencia en las personas y los equipos.