Fernando González (11º de la ATP) salió airoso del “clásico” de chilenos en el US Open tras batir por un triple 6-3 a Nicolás Massú (89º) por la primera ronda del certamen, último Grand Slam de la temporada.
Y pese a que el tenista número tres de Chile entró al Court 11 de Flushing Meadows con confianza, respondiendo con efectividad los embates de González (ambos se quebraron en los primeros juegos del compromiso), su irregularidad le costó caro, ante el 11º del mundo.
Massú salió airoso con su servicio en los primeros juegos, pero siempre le costó imponerse cuando debía servir, extendiendo los puntos en demasía. González, muy por el contrario, necesitaba sólo de algunos golpes, y de mucho menos esfuerzo para sumar cuando le correspondía sacar.
Aquello marcó el trámite del compromiso, sumando diferentes sensaciones en ambos rivales: frustración en uno, y la consiguiente confianza en el otro, con el pasar de los minutos.
La lógica hizo su tarea, González quebró en el octavo game, y se llevó la primera manga por 6-3.
Las diferencias entre el 11º y el 89º del mundo, lejos de estrecharse, se extendieron aún más. Y aquello se notó considerablemente en el séptimo juego del segundo parcial, cuando un errático Massú prácticamente entregó el juego con errores no forzados.
González -siempre sólido desde fondo de cancha, y entrando cuando correspondía a la red -sólo debió ratificar aquel rompimiento, y posteriormente volver a quebrar para sellar un nuevo 6-3 sobre un herido campeón olímpico de 2004.
Fue allí -ya demasiado tarde -cuando el número tres de Chile se acordó del mayor de sus méritos, el espíritu de lucha, para ganar dos juegos seguidos, y hacer más digna su despedida del último Grand Slam de la temporada.
Fernando González alcanzó así su quinta victoria sobre Nicolás Massú en seis partidos disputados, sellando además su paso a la siguiente ronda del US Open, donde enfrentará al francés Josselin Ouanna (103º).
