Un buen aliado durante esta pandemia ha sido la tecnología y la posibilidad que nos ha entregado para solucionar innumerables asuntos operativos diariamente; el teletrabajo para que colaboradores continúen su labor, clases online para que los estudiantes sigan con su formación académica, hasta nuevas herramientas para que diversos trámites y comunicaciones se sigan realizando, entre muchas otras.
En este contexto, la firma digital que se sigue discutiendo en el Senado (desde 2012), ha sido una herramienta fundamental para que diversos rubros sigan funcionando sin problemas en distintos aspectos, desde la firma de un contrato de arriendo, pasando por la firma de liquidaciones de sueldo y hasta la constitución de empresas.
Más allá de las discusiones técnicas, creemos importante destacar algunos datos que validan su aporte. Así, en 2020 el uso de la firma digital creció en un 700% respecto de 2019, lo que ha traído innumerables beneficios para empleadores y trabajadores, que van desde seguridad, ahorro de costos, tiempo y hasta un impacto ecológico positivo por el uso de menos papel.
Hoy por hoy, andar en transporte público o salir a la calle implica un riesgo de contagio, y gracias a estas tecnologías ya no hay necesidad imperante de desplazarse. Como país en vías de desarrollo, estamos invitados a avanzar en validar y masificar el uso de tecnologías para el beneficio de todos, es lo que la pandemia nos ha enseñado y es lo que tenemos que promover.
Por: Pablo de la Barra, gerente general Talana