Enviar o no a los niños al colegio ha sido una conversación que han enfrentado miles de familias en este inicio del año escolar. Con la extensión de la pandemia y con cinco mil contagios diarios a nivel nacional, esta decisión está generando más miedo y dudas en los padres al momento de tener que escoger la modalidad presencial para la educación de sus hijos.
La psiquiatra de Clínica MEDS, Pilar del Río, explicó que lo principal que deben tener claro los padres para quedar conformes con la decisión que tomen, es que frente a una crisis existen distintas etapas. “El 2020 cuando nos llegó esto de forma inesperada fue la etapa del shock. Luego viene un estado de adaptación, donde tuvimos que poner todos los recursos a disposición para poder sobrevivir y adaptarnos a la nueva situación. Pero luego viene una nueva etapa que es de integración, es decir, cómo integramos las nuevas circunstancias a nuestros planes, a nuestra vida y a nuestras necesidades básicas de desarrollo”, indicó la especialista.
En este sentido, la psiquiatra aseguró que “hoy las necesidades de supervivencia están bastante bien incorporadas porque los niños ya conocen el uso de mascarillas, de alcohol gel y todas las medidas preventivas y tenemos claro qué hacer para evitar los contagios. Entonces ahora tenemos que integrar estas necesidades de supervivencia a nuestras necesidades de desarrollo como personas en las etapas en que esté cada uno, principalmente nuestros niños”.
La especialista de Clínica MEDS explicó también que para esto es necesario que los padres estén conectados con la etapa de crecimiento de sus hijos y que estén atentos a los posibles cambios bruscos que puedan tener en su forma de actuar, sentir, pensar y de comportarse, que sea muy diferente a lo que han sido siempre o muy inadecuadas o extrañas para la etapa del desarrollo del niño. “A nivel de psicopatologías hay que observar que, si el niño está permanentemente triste o enojado y nada lo saca de ahí; que por más de dos semanas está muy irritable; no se puede contener y nada lo calma; tiene alteraciones en los ritmos biológicos, como en el sueño y el apetito, o tenga mucha dificultad física para levantarse o hacer las tareas diarias se debe consultar con un especialista. Pero si la dificultad del niño es receptiva a nuestros intentos de contención entonces paciencia y a seguir acompañándolos”.
El apoyo de los colegios
Sobre la decisión de enviar o no a los niños al colegio, la doctora del Río indicó que los colegios han puesto un esfuerzo importante en tratar de recibir a los niños mientras los mismos miembros de la comunidad escolar están tratando también de lidiar con sus propios procesos. “Los papás deben tener mucha empatía con el personal del colegio y los establecimientos educacionales deben sentirse seguros y firmes en sus protocolos. Si son coherentes y consistentes en seguir las directrices sanitarias del Ministerio y han armados sus propios protocolos, tienen que tener mucha confianza. Este año, en esta nueva etapa de integración, todos vamos a estar poniendo en práctica los planes y estrategias que tengamos y reevaluándolas permanentemente”.
La especialista de Clínica MEDS agregó que “hay que tener mucha confianza, entender que no hay ninguna solución probada y que estamos todos en una etapa de experimentación, y en esto es importante apoyarse en la comunidad y dejar siempre un espacio para la evaluación, para detenerse y mirar qué es lo que estamos haciendo y los efectos que está teniendo. Ojalá esto se haga cada dos o tres meses”.
Por otra parte, la psiquiatra también hizo un llamado a que los padres trabajen en sus aprensiones, entendiendo que estamos en otra etapa de respuesta a la crisis, en etapa de integración, y ya no solo de supervivencia y adaptación. “Hay que ser muy conscientes de si las necesidades propias del padre y la madre están siendo atendidas por nosotros mismos, porque tenemos que mirar primero nuestras necesidades y, al igual que los colegios, es muy importante que los adultos se hayan sentado a conversar la estrategia que van a tener como familia para enfrentar este año, cuáles son los sueños y las necesidades que tienen, para atenderlas, plantearlas, atreverse y experimentar con lo que sea que hayamos decidido a hacer este año”, explicó.
Todo esto, indica, con la conciencia de que cada cierto tiempo, ojalá una vez a la semana, debe ser reevaluado, tanto a nivel personal de los adultos cuidadores como a nivel familiar integrando a los niños y adolescentes en esta evaluación.
Atención con los más pequeños
Durante el 2020 la mayoría de los niños estuvieron 24/7 con sus mamás o papás por lo que es necesario realizar ciertas acciones para que la separación no sea traumática y sea lo más armoniosa posible. “Con los niños menores de tres años es muy importante el tema de los rituales y de los objetos transicionales. Si bien lo recomendable es que los papás puedan volver a sus trabajos y los niños puedan ir al jardín o volver a la rutina que tenían es muy importante considerar la etapa de desarrollo en la que están. No hay que pretender que sean grandes o que se adapten porque es lo que les toca, sino que hay que entender que necesitan que los preparemos para poder lograr esto”, afirmó la doctora Pilar del Río.
Agregó que “los papás con niños muy chicos caen en la fantasía de que los niños van a aperrar no más, cuando lo que es necesario es recordar que a esa edad los niños son muy concretos, tienen una memoria de muy corto plazo y que necesitan anticipación de las rutinas, de rituales y de objetos transicionales como el tuto, un osito”.
En este sentido, recomendó recordarles a los niños lo que va a pasar y cómo va a ser; explicarles que la mamá o el papá van a ir a trabajar y ellos al jardín; llevarlos a conocer su nueva sala o a la tía del jardín si es posible. “Hay que recordarles muchas veces cómo va a ser con cosas muy concretas, breves y concisas, aplicados a su edad. Recordemos que el niño lo va a hacer muy bien si nosotros nos adaptamos a lo que el cerebro necesita para enfrentar esta situación que siempre es estresante”, indicó la especialista de Clínica MEDS.