Tres enanas marrones fueron descubiertas girando más rápido que cualquier otra encontrada antes, gracias al trabajo de astrónomos de la Western University en Canadá, quienes utilizaron el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA para medir preliminarmente sus velocidades de rotación, lo que fue confirmado posteriormente con observaciones de seguimiento del telescopio Gemini Norte, en Maunakea, Hawai‘i, y del Telescopio Magallanes Baade de la Carnegie Institution for Science’s en Chile. Gemini Norte es uno de los gemelos que conforman el Observatorio internacional Gemini, un programa de NOIRLab de NSF y Observatorio AURA.
Al respecto, la líder del equipo de investigación, Megan Tannock, expresó que “parece que nos hemos topado con un límite de velocidad en la rotación de las enanas marrones, ya que a pesar de las búsquedas exhaustivas, realizadas por nuestro propio equipo y otros, no se ha encontrado ninguna enana marrón que gire más rápido.”
“De hecho, los giros más rápidos pueden hacer que una enana marrón se rompa a sí misma” precisó la estudiante graduada de física y astronomía de la Western University que dirigió el descubrimiento.
Las enanas marrones son, simplemente, estrellas fallidas. Se forman como estrellas pero son menos masivas y más parecidas a planetas gigantes [1].
Tannock y el astrónomo de la Western University, Stanimir Metchev, trabajaron con colaboradores internacionales para encontrar tres enanas marrones que giran rápidamente alrededor de sus ejes una vez cada hora. Esto es aproximadamente 10 veces más rápido que lo normal [2], y aproximadamente un 30 por ciento más rápido que las rotaciones más rápidas medidas anteriormente en este tipo de objetos.
Los astrónomos lograron confirmar estas rápidas rotaciones al medir alteraciones en la luz de las enanas marrones causadas por el efecto Doppler, y utilizando un modelo computacional para hacer coincidir esas alteraciones con las velocidades de giro [3]. Todo ello fue posible gracias a las observaciones realizadas en los grandes telescopios de Gemini Norte, en Hawai‘i, y el Magallanes Baade, en Chile.
Los investigadores encontraron que estas enanas marrones giran en su ecuador con velocidades de unos 350.000 kilómetros por hora (unas 220,000 millas por hora), es decir, 10 veces más rápido que Júpiter.
“Estas inusuales enanas marrones giran a velocidades vertiginosas”, dijo Sandy Leggett, astrónoma de Gemini Norte que estudia las enanas marrones. “A unos 350.000 kilómetros por hora, la gravedad relativamente débil de las enanas marrones apenas las mantiene unidas. Este emocionante descubrimiento del equipo de Tannock identificó límites de rotación más allá de los cuales estos objetos no podrían existir“, precisó.
Al principio, el equipo logró identificar las enormes velocidades de rotación utilizando el Telescopio Espacial Spitzer, de la NASA, para medir qué tan rápido variaba el brillo de los objetos. Al respecto, Metchev explicó que “las enanas marrones, como los planetas con atmósferas, pueden tener grandes tormentas meteorológicas que afectan su brillo visible”, a lo que agregó que “las variaciones de brillo observadas muestran la frecuencia con la que se ven las mismas tormentas cuando el objeto gira, lo que revela el período de giro de la enana marrón“.
Los resultados del equipo serán publicados en una próxima edición del The Astronomical Journal.