Dentro de la gira que realiza una comitiva del Gobierno Regional de Coquimbo, este lunes, realizaron una visita a la planta desalinizadora de Hadera, considerada la más grande de su tipo en el mundo.
Para el Intendente Gahona fue una nueva oportunidad para reiterar la opción de esta industria para hacer convivir el auge minero, con la agricultura y el consumo humano del recurso hídrico.
“Sería lo óptimo, que las empresas mineras pudieran utilizar este sistema de abastecimiento de agua, sabemos que es costoso y que requiere de tecnología de última generación, pero es necesario irlo incorporando para los tremendos desafíos que tienen todos nuestros sectores productivos en los próximos años”, agregó la autoridad.
Si bien la magnitud de esta planta sería difícil de poder incorporar en cualquier región de Chile en el mediano plazo, las autoridades destacaron la forma exitosa como desarrolla la empresa de tecnologías en agua IDE, que actualmente mantiene similares proyectos en Chipre, y las regiones de Asdhkelom y Soeg en Israel con compromisos de instalación, operación y transferencia para los próximos 25 anos.
“Esta planta es muy importante porque los recursos hídricos en Israel ya están agotados y hace falta producir agua con nuevas fuentes, para lo que el Gobierno desarrollo un mapa proyectado a largo plazo de los lugares que requerirán del recurso”, señaló el Vicepresidente Ejecutivo de proyectos especiales de IDE, Fredy Locketch.
La planta de Hadera, instalada en 2009 tuvo un costo de US$300 millones y se encuentra al norte de Tel Aviv. Distribuye alrededor de 127 millones de m3 de agua potable al año.
Por su parte, el seremi de Obras Públicas, Luis Cobo indico que “en muy menor escala, se está aplicando el tratamiento de osmosis inversa en 10 sistemas de agua potable rural de la región, pero se enfrentan a un permanente problema de un costo sumamente alto en la instalación y también en mantención, por los cambios de membrana que hay que ir realizando en forma permanente”.