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Lunes, Noviembre 25, 2024
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Astrónomos obtienen información precisa sobre el agujero negro supermasivo en el corazón de la galaxia

Un equipo de astrónomos realizaron las mediciones más precisas hasta el momento del movimiento de las estrellas alrededor del agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de la Vía Láctea, confirmando que el 99,9% de la masa concentrada en el núcleo de la galaxia corresponde a un agujero negro, mientras que sólo un 0,1% podría incluir estrellas, pequeños agujeros negros, polvo y gas interestelar, o materia oscura.

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Los astrónomos lograron medir con una precisión sin precedentes la velocidad y la posición de cuatro estrellas en la vecindad inmediata al agujero supermasivo que se encuentra en el centro de la Vía Láctea y que se conoce como Sagitarius A* (Sgr A*) [1]. Se descubrió que el movimiento de estas estrellas —denominadas como S2, S29, S38, and S55—, demuestra que la masa en el centro de la galaxia se debe casi enteramente al agujero negro de Sagitarius A*, dejando muy poco espacio para algo más.

El equipo utilizó una variedad de instalaciones astronómicas de alta tecnología para esta investigación. Es así que para medir las velocidades de las estrellas utilizaron el Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano de Gemini (GNIRS), instalado en el telescopio de Gemini Norte, un Programa de NOIRLab de NSF y AURA, y que se ubica cerca de la cumbre de Maunakea en Hawai‘i. También, utilizaron datos del instrumento SINFONI del Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral, mientras que la posición de las estrellas fueron medidas con el instrumento GRAVITY instalado en el VLTI. [2]

Estamos muy agradecidos con el Observatorio Gemini, cuyo instrumento GNIRS nos brindó la información crítica que necesitábamos”, señaló Reinhard Genzel, Director del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre y co-ganador del Premio Nobel de Física 2020. ”Esta investigación muestra la mejor colaboración mundial”.

El Centro Galáctico de la Vía Láctea, ubicado aproximadamente a 27.000 años luz del Sol, contiene la fuente de radio compacta Sgr A* que los astrónomos han identificado como un agujero negro supermasivo 4,3 millones de veces más masivo que el Sol. A pesar de varias décadas de minuciosas observaciones —además del Premio Nobel otorgado por descubrir la identidad de Sgr A* [3]— ha sido difícil de probar de manera concluyente que la mayor parte de esta masa pertenece solo al agujero negro supermasivo y que no incluye otra gran cantidad de materia como estrellas, pequeños agujeros negros, gas y polvo interestelar, o materia oscura.

“Con el premio Nobel de Física de 2020 otorgado por la confirmación de que Sgr A* es un agujero negro, ahora queremos ir más allá. Nos gustaría saber si hay algo más oculto en el centro de la Vía Láctea y si la relatividad general es de hecho la teoría correcta de la gravedad en este laboratorio extremo”, explicó Stefan Gillessen, uno de los astrónomos involucrados en el trabajo. “La forma más sencilla de responder a esa pregunta es seguir de cerca las órbitas de las estrellas que pasan cerca de Sgr A*”, concluyó.

La teoría general de la relatividad de Einstein predice que las órbitas de estrellas alrededor de un objeto supermasivo compacto son sutilmente diferentes de las que predice la física Newtoniana clásica. La relatividad general, en particular, predice que las órbitas de las estrellas van a trazar una elegante forma de roseta, en un efecto conocido como Precesión de Schwarzschild. Para ver realmente a las estrellas dibujando una roseta, el equipo rastreó la posición y velocidad de cuatro estrellas en la vecindad inmediata de Sgr A* —llamadas S2, S29, S38, and S55. Las observaciones realizadas por el equipo sobre el movimiento de precesión de estas estrellas les permitieron inferir la distribución de la masa dentro de Sgr A*. De este modo, descubrieron que cualquier masa extendida dentro de la órbita de la estrella S2 contribuye como máximo al equivalente de 0,1% de la masa del agujero supermasivo.

Medir las diminutas variaciones en las órbitas de estrellas distantes alrededor del agujero negro supermasivo de nuestra galaxia es un desafío increíble. Para realizar más descubrimientos, los astrónomos tendrán que traspasar los límites no solo de la ciencia sino también de la ingeniería. Los próximos telescopios extremadamente grandes (ELT), como el Telescopio Gigante de Magallanes y el Telescopio de Treinta Metros (ambos parte del Programa US-ELT) permitirán a los astrónomos medir estrellas más débiles con una precisión aún mayor.

En el futuro, vamos a mejorar aún más nuestra sensibilidad, permitiéndonos rastrear objetos incluso más débiles”, explicó Gillessen. “Esperamos detectar más de lo que vemos ahora para tener una forma única e inequívoca de medir la rotación del agujero negro”.

”Los telescopios Gemini continúan brindando una nueva perspectiva sobre la naturaleza de nuestra galaxia y el enorme agujero negro en su centro”, dijo Martin Still, oficial del Programa Gemini en la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos. ”Un mayor desarrollo de instrumentos durante la próxima década destinados a un amplio uso mantendrá el liderazgo de NOIRLab en la caracterización del Universo que nos rodea”.

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